En los últimos años aumentó la atención en las posibles amenazas provenientes del espacio exterior. Tanto es así que las principales agencias espaciales ya comenzaron diferentes misiones para probar tecnologías capaces de desviar potenciales asteroides que pondrían el riesgo la existencia de la Tierra.

El último caso que llamó la atención de los científicos es el asteroide Bennu, que podría impactar contra nuestro planeta entre 2175 y 2199. Se trata de una roca espacial de 85,5 millones de toneladas que tiene exactamente la misma forma que el edificio Empire State de Nueva York y que en caso de colisión podría liberar una energía de 1.200 megatones, 80.000 veces mayor que la bomba de Hiroshima.

Ante esa amenaza, unos científicos del Centro Nacional de Ciencias Espaciales de China proponen desviarlo con la ayuda de un enjambre de más de 20 cohetes.

Los investigadores chinos calcularon que lanzar simultáneamente 23 proyectiles Long March 5, cada uno de 992 toneladas, permitiría desviar Bennu unos 9 mil kilómetros de su curso y, de esta manera, mantener a la humanidad a salvo. Las naves tardarían unos tres años en llegar hasta el asteroide, según sus calculos.

“Las colisiones de asteroides representan una gran amenaza para toda la vida en la Tierra”, explica el autor principal del estudio, Mingtao Li, quien subraya que desviar el asteroide de su trayectoria de impacto es “fundamental para mitigar esta amenaza”.

De todas formas, los científicos aclararon que las posibilidades de este escenario apocalíptico son muy bajas: sólo de 1 entre 2.700. 

La oficina de diseño Energomash, perteneciente al consorcio de la agencia espacial rusa Roscosmos, anunció en febrero del 2021 que está trabajando en un cohete especial para neutralizar a los asteroides. Aunque hasta ahora no se han dado más detalles, se planea que la prueba del primer prototipo se realice en el 2028.

Los cohetes Long March 5 son claves en el desarrollo espacial a corto plazo del país asiático. Desde 2016, lanzó con éxito un total de 6 cohetes de esta clase. Sin embargo, hay que tener en cuenta que uno de ellos causó polémica en todo el mundo cuando este año quedó fuera de control y generó preocupaciones de seguridad a lo largo y ancho del planeta. Afortunadamente, su colisión se produjo el 9 de mayo en el Océano Índico y no causó daños.

El cohete chino que perdió el control este año.

La NASA también tiene planes el asteroide Bennu

La  NASA está preparando un proyecto similar, bautizado como Misión de Hipervelocidad de Mitigación de Asteroides para Respuesta a Emergencias (HAMMER), que consiste en enviar al espacio una nave de 8,8 toneladas equipada con una carga nuclear que sería capaz de modificar la trayectoria de un asteroide o detonarlo en caso de que sea necesario.

El viaje sería más rápido que el propuesto por los investigadores chinos, tardando únicamente dos años en llegar al asteroide. No obstante, su proyecto es más caro y tardaría más años en desarrollarse. 

Además, la NASA en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzarán una misión conjunta a finales de este años para experimentar que el impacto de una pequeña sonda, la de la misión DART, que puede desviar la órbita de un asteroide que orbita otra roca más grande (el sistema Didymos).