Un asteroide de 187 metros de longitud, el equivalente a casi tres obeliscos de largo, identificado con el número 441987, se aproxima a la Tierra. Así lo confirmó el portal Sputnik News en donde aseguraron que pertenece a la categoría 2010 NY65.

Estiman que el fenómeno está atravesando el sistema solar, a una velocidad de 13.4 kilómetros por segundo. Esto implica que se desplaza a más de 48 mil kilómetros por hora. Según las proyecciones, el asteroide alcanzará su punto más cercano a nuestro planeta, el 25 de junio.

En ese momento, se encontrará a más de 15 veces la distancia de la Tierra a la Luna, esto implica que no atravesaría la atmósfera terrestre. Sin embargo, es lo suficientemente cerca como para que la NASA lo considere como “un objeto que se acerca a nuestro planeta”.

En la página web del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) se puede seguir su itinerario. “Los objetos cercanos a la Tierra son cometas y asteroides que han sido empujados por la atracción gravitatoria de planetas cercanos hacia órbitas que les permiten entrar en la vecindad de la Tierra. Los asteroides actuales son los trozos que quedaron de la aglomeración inicial de los planetas interiores que incluyen a Mercurio, Venus, la Tierra y Marte”, explican en el portal.

¿Qué pasaría si un asteroide impactara en la Tierra?

A comienzos de mayo, la NASA simuló el impacto de un asteroide contra la Tierra y los científicos concluyen que no podrían evitar que una roca espacial diezmara Europa. Agencias espaciales de todo el mundo participaron en este simulacro.

Un grupo de expertos de las agencias espaciales estadounidenses y europeas asistieron a un ejercicio de una semana de duración dirigido por la NASA en el que se enfrentaron a un escenario hipotético: un asteroide a 50 millones de kilómetros se aproxima al planeta y podría impactar en un plazo de seis meses.

En el ejercicio, los científicos se vieron sorprendidos por el asteroide ficticio y no pudieron evitar que este impactara en Europa, lo que demuestra lo poco preparados que están para una crisis de este tipo.

El grupo determinó que ninguna de las tecnologías existentes en la Tierra podría detener el impacto del hipotético asteroide en ese lapso de tiempo en la simulación. En esta realidad alternativa, el asteroide se estrelló contra el este de Europa.

Cada día que pasaba, los participantes aprendían más sobre el tamaño del asteroide, su trayectoria y las posibilidades de impacto. Luego tuvieron que cooperar y utilizar sus conocimientos tecnológicos para ver si se podía hacer algo para detener la roca espacial.

"Estos ejercicios ayudan, en última instancia, a la comunidad de defensa planetaria a comunicarse entre sí y con nuestros Gobiernos para garantizar que todos estemos coordinados en caso de que se identifique una amenaza de impacto potencial en el futuro", afirmó Lindley Johnson, responsable de defensa planetaria de la NASA, en un comunicado de prensa.