Día de la Virgen de Lourdes: sus milagros y curaciones más asombrosas
Un siglo y medio después de su primera aparición, fieles de todo el mundo regresan a la gruta de Massabielle, esperando una cura milagrosa. Conocé los casos más recientes en la nota.
Desde la primera aparición de la Virgen María en una gruta de Francia, fieles de todo el mundo se acercaron a las aguas de Lourdes a recibir la bendición de la figura cristiana. 164 años después, en el aniversario de aquella primera visita, el santuario de Lourdes reabre sus puertas e invita a un nuevo milagro.
Curiosamente, la advocación mariana más vinculada a los enfermos y las curaciones milagrosas permaneció lejos del alcance del público en los meses donde la humanidad estuvo más enferma. Debido al riesgo de la pandemia del coronavirus, la gruta de Massabielle permaneció cerrada por dos años, dejando afuera a los más de seis millones de creyentes que cada año visitan el santuario.
Esto cambiará este 11 de febrero, fecha en la cual el santuario volverá a bendecir la pequeña población francesa que atravesó tiempos duros sin el turismo que los mantiene a flote. Pasando de la apertura parcial iniciada a mediados de 2020 a una habilitación completa, las aguas de Lourdes buscarán continuar la tradición que comenzó en 1858 con la curación milagrosa de Catherine Latapie, quien sumergió su brazo herido en las aguas del santuario y quedó sanada.
Llegando a los 164 años de su existencia, la Iglesia Católica reconoció un total de 70 milagros y casi 7.200 curaciones inexplicables vinculadas a Lourdes. En las últimas dos décadas, se produjeron cinco curaciones milagrosas en Lourdes. Cinco casos inexplicables que la tecnología moderna no supo explicar, dejando la causa a una desconocida fuerza mayor. Estos son los últimos milagros de Lourdes:
Jean-Pierre Bély
En octubre de 1987, el francés Jean-Pierre Bély visitó Lourdes junto a su familia. Su cuadro de esclerosis múltiple era tan grave que sus acompañantes temían que no llegaría a completar el viaje, siendo el mayor traslado que el hombre de 51 años había experimentado desde que su enfermedad lo dejó postrado en una camilla, incapaz de siquiera erguirse.
Bély logró completar la visita a las aguas milagrosas, y recibió los sacramentos de la Reconciliación, la Eucaristía y la Unción de los enfermos en el santuario mariano. A pocos días de su visita, sus síntomas remitieron de manera inexplicable y Bély volvió a caminar por primera vez en años. El médico que le atendió, agnóstico, reconoció abiertamente que no se explicaba lo sucedido.
"Fue un calor que me visitó y dio vida a todos los miembros de mi cuerpo, a todas las células de mi cuerpo. Sentí esta sensibilidad, esta movilidad volviendo y en un momento, este calor se volvió tan intenso que me encontré sentado en el borde de mi cama, con las piernas colgando, sintiendo mis muñecas. Sentí mi piel tan suave, la sensibilidad de mis dedos que había regresado a mis muñecas. Todos los signos de enfermedad habían desaparecido. Sentí que estaba soñando", relató el propio Bély al medio local INA.
La milagrosa recuperación de Bély fue reconocida por la iglesia católica 11 años después, cuando se la clasificó como "correspondiente a un hecho inusual e inexplicable" y se la declaró un milagro, el 9 de febrero de 1999. Bély regresó como voluntario a Lourdes hasta que murió de cáncer en 2009.
Anna Santaniello
Nacida en 1912, a sus 35 años Anna Santaniello desarrolló una enfermedad cardíaca grave después de una artritis reumática aguda, que la dejó con grandes dificultades para hablar y caminar. El 16 de agosto de 1952, Santaniello fue llevada en peregrinación a Lourdes por la organización italiana UNITALSI, como un último deseo. La mujer de entonces 90 años hizo el viaje a Lourdes postrada. El 19 de agosto Santaniello ingresó a las picinas de Lourdes en camilla, y salió caminando.
Se hizo informe oficial: pulso 90, ritmo regular, desapareció la cianosis y la disnea, retrocedió el edema, la paciente puede caminar sin dificultad y puede dormir tranquila, ha recuperado el apetito normal que había perdido mucho tiempo. "El agua estaba helada, pero sentí inmediatamente algo que hervía en el pecho, como si me hubieran restituido la vida. Después de pocos segundos, me levanté con mis propias fuerzas y comencé a caminar". El 21 de septiembre de 2005 su curación fue declarada "milagrosa" por la Iglesia.
Luigina Traverso
Cuando visitó Lourdes en 1965, sor Luigina Traverso sufría una "ciática paralizante en meningocele", grave, paralizante y dolorosa enfermedad por la que había sido operada sin éxito en múltiples ocasiones. Entregándose a su fe, la monja salesiana inició la peregrinación a Lourdes en camilla.
Fue durante el quinto día de la peregrinación, durante la adoración, que Traverso sintió un "fuerte calor" invadir todo su cuerpo. Arrebatada por el deseo de pararse y andar, la italiana hizo eso mismo: ante la atónita mirada de sus compañeras, comenzó a mover sus miembros inferiores paralizados, sin dolor, y dio sus primeros pasos en años. Su milagro fue reconocido en octubre del 2012, y ella pudo celebrarlo en el monasterio donde aún vive en plena salud.
Danila Castelli
Nacida en enero de 1946, Castelli comenzó a sufrir "crisis hipertensivas graves y espontáneas" (aumentos repentinos y brutales de la presión arterial) a los 34 años. Luego de múltiples operaciones, extirpación total de ovarios y parcial de páncreas, la madre y devota creyente pidió a su marido que la llevara a Lourdes, en lo que pensó sería el último viaje de su vida.
Castelli llegó a Lourdes en mayo de 1989, con 43 años. Como tantos otros creyentes, la italiana logró bañarse en las aguas del santuario, donde sucedió su milagro. Según reportó el mismo santuario, Castelli salió de la piscina e inmediatamente la apoderó una "extraordinaria sensación de bienestar". Su marido afirma haber visto el cambio instantáneamente, y estudios realizados en Italia lo confirmaron: la mujer estaba completamente curada.
Ese año la Oficina concluyó que "la señora Castelli está curada, de manera total y duradera, desde su peregrinación a Lourdes en 1989, hace 21 años, de la enfermedad de la que sufría, y esto sin que tenga relación alguna con las cirugías o los tratamientos". Su milagro fue reconocido como válido en 2013, por el obispo de Pavia, su ciudad natal.
Bernadette Moriau
La vida de esta religiosa francesa cambió por completo el 11 de julio de 2008. Después de 42 años de una enfermedad degenerativa y paralizante, sintió que podía caminar de nuevo. Los últimos 14 años los había sobrellevado tomando morfina a diario, usando un corsé y dependiente de una máquina de electro estimulación. La monja encontraría alivio a sus 69 años, en una visita a Lourdes.
Moriau explicó en el libro donde relató los eventos, "Mi vida es un milagro. La última curación de Lourdes", que "nunca pedí un milagro". A pesar de eso, luego de visitar el santuario mariano su enfermedad desaparecería: "me sentí bien en todo mi cuerpo, sentí relajación, calidez...", relató para la prensa local la monja. "Regresé a mi habitación y allí, una voz me dijo: 'quítate tus aparatos'", y así lo hizo. Al día siguiente, Moriau caminó 10 kilómetros, cantando alabanzas.