Covid: hallaron nueva evidencia sobre el origen del coronavirus
Investigadores del Instituto Pasteur de París realizaron un estudio exhaustivo, en el cual manejan una importante hipótesis sobre cómo se originó y expandió el Covid-19.
Mientras se sigue investigando el génesis del coronavirus, un grupo de científicos franceses confió que el origen de esta enfermedad, que produjo la muerte de seis millones de personas en todo el mundo, se debe a la presencia de murciélagos que viven en cuevas de piedra en China y otras regiones del sudeste asiático.
Los científicos son parte del Instituto Pasteur, en la ciudad de París, y el trabajo de la revista científica Nature se titula “Bat coronaviruses related to SARS-CoV-2 and infectious for human cells”. Allí, los investigadores describen tipos de coronavirus similares hallados en murciélagos que habitan en el norte de Laos. Estos coronavirus tienen potencial para infectar a humanos y son similares a las primeras variantes del SARS-CoV-2.
En tanto, el jefe de la investigación, Marc Eloit, explicó que su equipo analizó muestras de 645 murciélagos de 46 especies distintas. Allí, encontraron al menos tres tipos de virus muy similares con el SARS-CoV-2.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en marzo de 2021 el reporte final sobre la misión de China que fue a investigar los orígenes del virus. Allí, los investigadores concluyeron que lo más probable es que el virus se transmitió desde los murciélagos a los humanos mediante uno o más animales intermedios que no pudieron ser identificados.
Además, señalaron que la posibilidad de que el coronavirus se haya escapado de un laboratorio de Wuhan es “extremadamente improbable”; ya que el virus no circulaba por esa ciudad china antes de diciembre de 2019.
Sin embargo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, dijo que “todas las hipótesis siguen sobre la mesa. Este informe es un comienzo muy importante, pero no es el final. Todavía no hemos encontrado el origen del virus, y debemos continuar siguiendo la ciencia y no dejar ninguna piedra sin remover mientras lo hacemos”.
Coronavirus: ¿Cuáles son las hipótesis?
De acuerdo con la organización, hay cuatro posibles teorías sobre el origen del SARS-CoV-2 en humanos. Jordi Serra Cobo, profesor del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (UB) y experto en Covid-19, dijo al diario El Mundo que la única certeza es “que el virus tiene origen animal. La epidemia se manifestó en Wuhan, pero sobre la infección inicial no tenemos de momento la información suficiente para determinar con certeza su origen”.
“El origen del ancestro que ha dado lugar al SARS-CoV-2 es un murciélago. Ahora bien, desconocemos cuál es la especie intermediaria; puede haber sido el consumo alimentario de la especie intermediaria. La epidemia del SARS-CoV se produjo a partir del consumo de la civeta, un mamífero del tamaño de un gato salvaje. Se trata de un animal muy apreciado gastronómicamente, que se expone vivo en los restaurantes para que los comensales escojan el ejemplar que quieren comer”, añadió.
“Conozco el equipo del Instituto Pasteur que ha participado en esta investigación, incluso he trabajado con alguno de ellos en proyectos europeos. Es un equipo muy bueno. El sureste asiático es una de las regiones calientes epidemiológicamente hablando, donde se concentra una gran diversidad de virus, entre ellos los coronavirus. En un artículo publicado por Souilmi et al. en 2021 en la revista Current Biology, los autores hallaban en la población humana del surestes asiático genes que interactúan con los coronavirus desde hace unos 20.000 años. Ello concuerda con los hallazgos del equipo de Marc Eloit y con denominación de hot spot de esta región. Desde hace siglos los coronavirus circulan por la fauna silvestre y las poblaciones humanas del sureste asiático”, apuntó el experto.
Además, Serra Cobo informó que hasta ahora “nunca se observó la transmisión directa de un coronavirus de un murciélago a un humano”.
“En dicho sentido, el que se hayan hallado murciélagos capaces de infectar nuestras células no significa que forzosamente se haya producido un salto de especie de murciélago a humano. Teniendo en cuenta que la interacción humanos-murciélagos es relativamente pequeña, puede existir una especie intermediaria que esté más cercana a la actividad humana y que sea la transmisora. De todas formas, cabe tener en cuenta, que la compatibilidad biológica para infectar nuestras células no es un factor suficiente para que se produzca una epidemia. Es importante que haya una amplificación y ulterior dispersión del patógeno, factores de tipo antrópico que tienen mucha relación con nuestra actividad”, cerró.