Una dieta que podría considerarse inhumana era realizada por monjes budistas para alcanzar el Nirvana. ¿De que se trata? El término apropiado para referirse al asunto es "Sokushimbutsu". Se refiere a una práctica en la que desarrollaban el ascetismo hasta el punto de la muerte y entraban en la momificación mientras estaban vivos.

Para conseguir esta condición, los monjes eliminaban toda su grasa corporal y dejaban de beber líquidos para evitar la putrefacción de la carne. Para ello seguían una serie de pasos muy estrictos, previa renuncia a todos los placeres mundanos.

Hasta el momento, se estima que el fundador de la escuela Shingon, fue Kukai, quien aprendió prácticas tántricas secretas durante la época de la dinastía Tang en China. Según los escritos, fue Kukai quien logró entrar en un estado de animación suspendida después de su muerte biológica. Sus seguidores aseguran que regresará dentro de cinco millones de años para demostrar que logró triunfar sobre la muerte.

Shingon Kukai
Pintura de Kukai, de una serie de obras de arte titulada Shingon Hassozo (Los ocho patriarcas de Shingon).

Kukai se preparó durante muchos años para entrar en este estado aletargado. En primer lugar, se alimentó solo de frutos secos y semillas y mezcló esta dieta con una rutina muy disciplinada de ejercicios, para eliminar toda grasa corporal.

Luego, tras mil días, entró en la segunda etapa: comenzó con una nueva dieta que incluía exclusivamente cortezas y raíces, además de un té elaborado con la savia del árbol urushi.

Por ser altamente tóxica, esta bebida le ocasionaba vómitos severos. Esta intoxicación voluntaria tenía una doble funcionalidad: le permitía eliminar rápidamente una mayor cantidad de fluidos corporales a la vez que desechaba todo tipo de parásitos que podían contribuir de forma interna a la descomposición de su cuerpo, luego de su muerte.

Algunos textos sagrados del budismo afirman que el monje Kukai pasó los últimos 20 años de su vida en este entrenamiento hasta que entró en la última etapa del proceso.

Cómo era la última etapa de esta práctica mortal

La última fase consistía en dejar de comer por completo. Solo se mantuvo durante los últimos 100 días bebiendo pequeñas dosis de agua con sal mientras se dedicaba por completo a la meditación hasta que murió.

En sus últimos momentos, sus compañeros lo llevaron a un pozo de 3 metros de profundidad, donde lo enterraron con carbón. De esta manera dajaron apenas un pequeño respiradero, hecho con una caña de bambú.

Dentro de su ataúd dejaron también una campana, la que Kukai hacía sonar una vez al día para dejarle saber a sus seguidores que aún permanecía con vida.

Fue recién cuando la campana dejó de sonar que le quitaron el respiradero y sellaron su tumba. Todo este largo y penoso trayecto lograba una momificación natural perfecta. Mil días después, extrajeron su cuerpo y lo pusieron en el templo a modo de buda para que fuera adorado.

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La momia de Shangha Tenzin fue descubierta en 1975 cuando se produjo un terremoto que dejó al descubierto su tumba (Wiki Mummipedia).

Se estima que fueron cientos de monjes los que intentaron llegar al Nirvana a través de este método. Sin embargo, hasta la fecha solo se descubrieron 24 momificaciones de estas características.

Algunos renunciaron en el camino. Otros, no lograban la momificación y sus cuerpos se pudrieron sin lograr la meta de convertirse en Buda.

El cadáver “automomificado” más antiguo que se ha descubierto hasta el momento se presume que de un monje budista llamado Sangha Tenzin y se encuentra en una región del norte del Himalaya correspondiente a una zona de la  India.