Cómo adquirir criptomonedas en tiempos de incertidumbre
La preocupación por la pandemia va dejando poco a poco paso a la preocupación por cómo responderán las divisas fiat al increíble crecimiento de su masa monetaria, al fin y al cabo en mayor o menor medida todos los países han tenido que recurrir a devaluar su moneda imprimiendo dinero a una velocidad mucho mayor que durante la crisis del 2008 o bien a endeudarse (en el caso de aquellos que no han renunciado a su soberanía monetaria), lo cual ha sido uno de los catalizadores más visibles para que otros instrumentos que podrían funcionar como una reserva de valor despierten el interés de los inversores, y entre ellos las criptomonedas, que con bitcoin como valor más destacado luchan por superar las reticencias que todavía despiertan entre la masa de la población y las autoridades regulatorias, y como para combatir estos miedos (al menos en cuanto a los potenciales inversores se refiere) nada mejor que la precaución, ahí van dos aspectos que se deben tener muy en cuenta a la hora de invertir en criptomonedas.
Lo que se debe tener en cuenta a la hora de comprar bitcoin y otras criptomonedas
Pero a pesar de que algunos comparan a algunas criptomonedas con otras reservas de valor como el oro, esta comparación no termina de estar del todo clara para bastantes economistas, y por lo tanto a la hora de comprar criptomonedas se deben tener en cuenta al menos los dos siguientes aspectos; el primero relacionado con la enorme volatilidad de las criptomonedas, y el segundo con la fiabilidad del método de compraventa e incluso salvaguarda de las criptomonedas elegido.
Aunque en términos absolutos durante el 2020 el mercado cripto en su conjunto ha aumentado su capitalización, los últimos meses han demostrado de nuevo la rapidez con la que muchas criptomonedas pueden perder un porcentaje bastante alto de su valor, así que los inversores deberán tener muy presente esta realidad a la hora de decidir cuánto de su capital pueden dedicar a invertir en criptomonedas sin que peligren los pagos del día a día.
Lo segundo (y no menos importante) que se debe tener en cuenta es la plataforma que se va a utilizar, ya que las últimas noticias en Turquía o Sudáfrica sobre exchanges que en realidad han resultado ser estafas que han desaparecido con las criptomonedas de sus clientes son lo suficientemente llamativas como para no tenerlas en cuenta. Por ello, operar sólo a través de entidades fiables es fundamental.
Una de las principales empresas que facilitan a sus clientes la compraventa de bitcoins y que cuenta con décadas de experiencia es la londinense Skrill que, como demuestran sus 20 años de experiencia en el sector de las finanzas online, es una de las empresas más confiables del sector de los pagos seguros en línea y las transferencias, y desde hace unos años ha cogido toda esa experiencia y la ha volcado en el sector de las criptomonedas, que ya está teniendo un peso muy importante no sólo entre especuladores e inversores, sino también entre aquellos usuarios que sólo quieren ahorrarse algunas comisiones en sus transferencias transfronterizas, ya que el paso de una moneda fiat a otra moneda fiat puede ser más onerosa que el paso de una criptomoneda a otra o el cambio de fiat a criptomoneda.
Para el registro inicial en Skrill tan sólo se requieren seis datos; el nombre, los apellidos, el país desde el que se opera, en qué divisa fiat se va a operar, un email y una contraseña. Más adelante será necesario autentificar la cuenta para operar con cantidades mayores de dinero, pero para empezar esto será suficiente. A partir de este momento (y una vez se haya ingresado algo de dinero con el cual operar) ya se podrá empezar a comprar, enviar y guardar criptomonedas, además de aprovechar los servicios que la plataforma ofrece de pagos y envíos en moneda fiat (mucha gente prefiere usar una de estas plataformas como intermediaria, en vez de introducir la tarjeta y el número de seguridad en cada sitio online en el que quieran realizar compras).
A rebufo de los servicios de compraventa que Skrill lleva años ofreciendo, otras plataformas de pago e incluso bancos están empezando a dar pasos en esta dirección, confirmando las sospechas de muchos partidarios de las criptomonedas de que este activo va a formar parte del sistema financiero del futuro en alguna medida, probablemente junto al dinero físico y las monedas virtuales estatales.