Un rayo fue cartografiado por el Servicio de Información y Satélite de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. Pero no se trató de una descarga eléctrica más, sino de una que dejó en shock a los científicos: salió en sentido contrario a lo usual, hacia arriba de las nubes en vez de al suelo. 

El fenómeno se registró el 14 de mayo de 2018 en Oklahoma y fue fotografiado por un científico desde un avión. Pero no había pasado más de la apreciación de quien lo había captado. 

Recientemente pudo ser cartografiado por la NOAA y Levi Boggs, integrante del Instituto de Investigación Tecnológica de Georgia, reunió a un equipo de estudiosos que investigaron el misterioso rayo. En la últimas horas, publicaron sus conclusiones en un artículo de la revista especializada Science Advances

Los tipos de rayos y las aproximaciones de los científios sobre el fenómeno

Las descargas eléctricas se clasifican de acuerdo con su potencia: duendecillo (breves pulsos de luz), rayos azules (conos difusos de luz que llegan hasta los 40 kilómetros de altitud) y los gigantes (que alcanzan hasta la ionosfera -entre 80 y 500 kilómetros de altitud-).

El sistema de tormenta padre que produjo el rayo gigante (fotografiado) era inusual en comparación con la mayoría de los sistemas productores de descargas gigantes, ya que se desarrolló durante la primavera del hemisferio norte, no estaba asociado con un ambiente tropical y estaba ubicado a una altura relativamente alta”, describieron los expertos en su texto, consignó ElTiempo.com.

Los especialistas recolectaron una serie de datos ópticos y de radio en tercera dimensión hasta encontrar la posible razón del rayo invertido, también llamado negativo, que tuvo un alcance de más de 100 veces del promedio de las descargas eléctricas.

Este rayo gigantesco ocurrió a más de 50 kilómetros de convección profunda e incluso más lejos de la convección vigorosa asociada con las cimas de nubes más frías”, señalaron.

De esta manera, determinaron que la descarga eléctrica puede “explicarse por la actividad de destello asociada a la nube y a la estructura de carga de la tormenta”.

O sea que, como no había un contraste de carga entre la nube y la superficie terrestre, se creó una potencia negativa que sólo pudo aliviarse con un rayo invertido.

No obstante, los científicos no lograron entender por qué la descarga eléctrica se vio en el firmamento en la mitad del océano y tampoco establecieron la frecuencia con la que podría ocurrir en un futuro.

Es realmente difícil coordinarse con los instrumentos (actuales) en órbita, pero tenemos unas donaciones que llegarán pronto. Eso básicamente se usará para buscar estos rayos gigantes en grandes cantidades. Con suerte, podremos detectar estas cosas en un hemisferio las 24 horas del día”, cerró Boggs.