Los efectos de la pandemia en la economía de los pequeños y medianos comercios de indumentaria y calzado son demoledores. El aislamiento social preventivo y obligatorio los obligó a cerrar sus puertas por un período de tiempo del que aún se desconoce su fecha de finalización. En este duro contexto, los dueños de los negocios deben enfrentarse a un desafío por partida doble: sobrevivir al derrumbe de la actividad y reinventarse en tiempo récord adoptando nuevas estrategias de venta.

Durante las primeras semanas de parate, muchos de los comerciantes y diseñadores optaron por fabricar elementos destinados a cubrir la demanda de la emergencia sanitaria: barbijos, máscaras, camisolines, batas, cubrecalzado y gorros para médicos, futuros pacientes y particulares. Una alternativa que les permitió seguir facturando lo mínimo aunque no logró mantener a flote a un sector que emplea a un millón de personas entre calzado e indumentaria.

Como era de esperarse, las ventas cayeron a cifras nunca antes vistas. En marzo, mes del inicio de la cuarentena en el país, los comercios experimentaron un derrumbe del 65,1% de la facturación comparado con el mismo mes del año anterior, según la última encuesta de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa ( CAME).

Del mismo modo, las ventas del rubro de la indumentaria, uno de los más golpeados por la crisis, se contrajeron 79,1 % en abril. Mientras que el calzado y la marroquinería siguieron la misma línea, disminuyendo 79,9 %.

El anuncio de una reapertura escalonada a mediados de mayo trajo alivio para muchos comerciantes que, tras casi 50 días, iban a poder levantar sus persianas, adecuándose a estrictos protocolos de higiene y distanciamiento social.

Sin embargo, las buenas noticias duraron poco. El aumento de la curva de casos de Covid-19 llevó a las autoridades de la provincia de Buenos Aires y de la ciudad a dar marcha atrás en la habilitación de zonas comerciales con mayor tránsito.

Nuevas estrategias

Ante la imposibilidad de vender al público de la manera tradicional, fue necesario readaptarse recurriendo a herramientas tecnológicas que quizás no estaban del todo aceitadas en los meses previos a la pandemia.

En Argentina, los comercios en línea facturaron $403.278 millones en 2019, según datos de la Cámara Argentina de Comercio (CACE), lo que significa un alza del 76% respecto del año anterior.

Asimismo, el miedo al contagio motivó a los consumidores a realizar sus compras a través de internet, mediante redes sociales y tiendas "online", a un ritmo más acelerado que el habitual.

Según un estudio reciente de la consultora Kantar, la cantidad de personas que compran por internet creció un 30% con la crisis del coronavirus y hay 3 de 10 compradores nuevos que volverían a repetir la experiencia.

El escenario resulta muy atractivo para los negocios, aunque, para algunos comercios, adaptarse en tiempo y forma a las metodologías que esto implica puede resultar un dolor de cabeza.

Si a las demoras en los procesos de fabricación y entrega de la materia prima se les suman los problemas que implica desarrollar una tienda web, optimizar los sistemas de envío de productos, la atención personalizada vía redes sociales y el desafío de obtener buenas reseñas, el panorama puede complicarse.

De acuerdo con el último informe realizado por CAME Joven, sólo el 50% de los encuestados, comercializaban sus productos y/o servicios de manera online. El relevamiento demuestra que los modelos de negocio de muchos de los comerciantes del sector no estaban preparados para desembarcar en las operaciones digitales.

Tecnológicas, al rescate

Mientras las pymes luchan por mantenerse a flote, la apuesta hacia el comercio electrónico comienza a dar sus primeros resultados optimistas.

La plataforma digital Tiendanube, que reúne a más de 40.000 marcas en América Latina, registró en el mes de abril un 400% más de ventas que en el "Hot Sale" (una jornada con rebajas que alcanzan el 70%) de 2019 y en la primera semana de mayo, un 200% más que la misma fecha especial.

"En este momento se está produciendo una venta cada dos segundos", afirmaron desde Tiendanube.

En este marco, donde el ecommerce y las redes sociales se han vuelto un canal fundamental para seguir adelante y hacer crecer los negocios, el gigante Facebook anunció el lanzamiento de Shops, una iniciativa para acompañar el trabajo que hacen plataformas como Tiendanube y otras empresas que abren herramientas para que los comercios superen la crisis.

Las empresas ahora pueden crear sus tiendas de forma gratuita con el nuevo servicio, algo diferente a lo que sucede con las Tiendas Oficiales de Mercado Libre, que no sólo están limitadas a algunas compañías con cierto nivel de operaciones, sino que exige aranceles especiales. La idea detrás de esta herramienta es que cualquier vendedor, cualquiera que sea su tamaño o presupuesto, pueda poner su negocio "online" y conectarse con sus clientes.