Una ciclista rifa su caballo para seguir compitiendo
Abril Garzón, de 16 años, es la gran promesa del mountain bike nacional. Pero decidió desprenderse de su querido Carbón para poder costearse los gastos de su carrera. Los detalles de una historia de vida que moviliza a Neuquén.
Abril Garzón quiere seguir compitiendo en el primer nivel del ciclismo nacional. Su especialidad es el mountain bike. Desde su rutilante aparición en unos Juegos Evita, esta chica neuquina de sólo 16 años fue consolidándose hasta llegar a integrar el seleccionado nacional de esa especialidad.
Antecedentes deportivos le sobran: tiene campeonatos y subcampeonatos a nivel nacional y panamericano, ganó los Juegos de la Araucanía (que reúnen a deportistas de la región sur de Chile y Argentina) y posee récords argentinos de velocidad en pista y en ruta.
Pero esos títulos no le alcanzan para solventar su necesidad de nuevos elementos para desarrollar su actividad. Entre otras cosas, precisa una bicicleta nueva para la modalidad de persecución y ruedas tapadas, que le permiten desarrollar una mayor velocidad. Por eso, después de una reunión familiar, tomó una decisión: rifar a Carbón, el caballo con el que pasea por los alrededores de su pueblo natal, Huinganco, a 500 kilómetros al noroeste de la capital provincial.
"Necesitamos unos 200.000 pesos para la rueda y para un manubrio. En realidad se necesita más, pero lo otro lo ponemos nosotros hasta que alguna empresa nos ayude”, contó Abril. Por eso salieron a vender 200 números, a razón de 1.000 pesos cada uno. Además del noble animal, la gran atracción del sorteo, habrá otros premios; un corderito, un chivito, un bolsón de harina y otro de azúcar.
“La idea es moverse e intentar recaudar este dinero, pero también conseguir un sponsor que le pueda dar una mano a mi hija”, detalló Daniela, mamá de la ciclista. La chica, niña mimada del poco más de un millar de habitantes del pueblo, recibe ayuda del Ministerio de Deporte neuquino, que le pagó becas y traslados y además la ayudó a adquirir una nueva bicicleta para recuperar la que le habían robado en Mar del Plata, cuando participó en los Juegos Evita.
Pero todo eso no le alcanza. Por eso se desprenderá del querido Carbón. Porque a veces, para mantener vivas ciertas pasiones hay que sacrificar algunos amores.