Detuvieron a ladrón de bancos tras siete kilómetros de persecución y tiroteo: tenía $ 3 millones en el auto
El delincuente robó una sucursal en Ciudadela y un policía lo siguió en su auto particular hasta el barrio Los Perales, en Mataderos, donde se produjo el enfrentamiento armado. El malviviente quedó herido y lo capturaron, mientras su cómplice logró escapar.
Un delincuente fue herido y detenido este miércoles tras una persecución de siete kilómetros y un posterior tiroteo en el barrio porteño de Mataderos. Minutos antes, el asaltante, junto con un cómplice, había asaltado a una mujer que estaba a punto de ingresar a la sucursal del Banco Galicia ubicada en la avenida Gaona al 4100, de Ciudadela Norte, donde iba a depositar dinero en efectivo.
Aunque en un primer momento los ladrones consiguieron su objetivo, fueron vistos por un oficial de la Policía bonaerense que pasaba por el lugar en su auto particular. Así fue que inició la persecución del rodado en el que escapaban los malvivientes, un Fiat Palio de color azul. Los dos vehículos marcharon a gran velocidad por la avenida Gaona y luego por General Paz, en dirección hacia el sur, para ingresar a la Ciudad por la avenida Eva Perón.
El mapa de la persecución
Unas cuadras más adelante, a la altura del cruce con la calle Guaminí, los asaltantes chocaron y debieron descender, tras lo cual huyeron a pie hacia el barrio de monoblocks conocido como Los Perales. El policía y uno de los delincuentes mantuvieron un enfrentamiento armado, mientras que el cómplice escapó corriendo.
El momento del tiroteo
Finalmente, el ladrón, de 42 años fue detenido con una herida de bala en la pierna izquierda en el interior de uno de los edificios del complejo habitacional. En el Palio chocado y abandonado se encontró una caja con dinero en efectivo y dos pistolas, una de ellas marca Glock.
Según se supo más tarde, la mujer asaltada trabaja en un registro automotor de la zona y llegaba a la sucursal para depositar la recaudación diaria de esa oficina, lo que sugiere que los asaltantes conocían su rutina a través de algún informante.