Tomás Fuentes Benítez (31) es un joven necochense que fundó “Stokes”, una fábrica de snacks saludables de carne y ahora vende sus productos en más de 750 supermercados de China. En la última gira de inversiones obtuvo 1, 5 millones de dólares y, según proyecta, este año su negocio facturará cerca de US$3 millones.

"Empecé desarrollando el producto en la Argentina hace unos años. Importé un horno especial de los Estados Unidos, comencé a investigar y armé una cocina laboratorio en el quincho de la casa de mis viejos en Necochea. ¡Las primeras pruebas fueron terribles! Al único al que le gustaban era a mi perro Freud", detalló el joven en una entrevista con La Nación.

El abogado especializado en negocio fundó “Stokes”, una empresa que comenzó a desarrollar cuando cursaba la carrera Derecho en la Ciudad de Buenos Aires. Durante esos años decidió tomar un curso para aprender el idioma chino.

Tras el cierre del mismo, la Universidad Tsinghua de China, la número 1 de ese país, realizó un máster en negocios a nivel mundial y el joven logró quedarse con una de las becas “Schwarzman Scholars” para formarse en Pekín.

En China, continuó desarrollando su emprendimiento. La idea de hacer unos snacks de carne proteicos aún seguía en su cabeza y en suelo chino pudo profundizar sus conocimientos sobre este producto, el cual en Estados Unidos mueve miles de millones al año.

“Los snacks son un segmento que en Estados Unidos mueve unos US$2000 millones al año, también están en el Reino Unido, en Canadá, en Australia y yo pensaba ‘por qué no en la Argentina que es el país de la carne’”aseguró.

Desarrollo de su compañía en China

En el país asiático, advirtió que esos de productos de carne estaban por doquier en los supermercados pero ninguno era similar a la idea que el proyectaba, por lo que pudo corroborar que alcanzar su objetivo era viable.

“En China los snacks eran de todo tipo, vacuna, cerdo, pato… Pero con conservantes químicos y un packaging antiguo. Ratifiqué la idea de que haciéndolo sano podía ser un boom”, señaló.

Después de ese dato, se puso como meta mejorar su primer producto. Probó haciendo varias recetas, diferentes métodos de cocción y tras unos meses dio con el resultado esperado.

"Para mejorarlo, empecé a aprender de química de alimentos, probar cientos de recetas y métodos de cocción. No era fácil para un abogado como yo. Después de un par de meses así, me acuerdo que un fin de semana dejé una bolsa grande en la alacena de casa y para el lunes ¡ya no quedaba nada! Ahí fue la primera vez que pensé que había creado un producto", explicó.

La hora de la verdad

Tras graduarse, decidió exhibir su creación en China. Para ese momento ya alquilaba una en un cocina y había comprado mejores máquinas de producción. Una vez listo presentó los snacks en un stand en el mercado más grande de Beijing para validar su producto.

"Después de varios meses de trabajar siete días a la semana y vender cientos de bolsas, tenía un producto en el que creía. Entonces empecé a buscar una fábrica que pudiera producir mi snack y conseguí una perfecta en Shanghái, que no sólo tiene tecnología de punta, sino que entiende nuestra visión”, insistió.

Inversiones millonarias

El año pasado obtuvo cerca de un 1,5 millones de dólares en inversiones. Entre sus inversionistas se encuentra el ex futbolista Javier Mascherano, quien conoció el negocio mientras jugaba en China, y la leyenda de la NBA Yao Ming.

Además, hace pocos se sumaron los ex dueños de la cervecería Quilmes (la familia Bemberg); el chairman de JP Morgan para Asia y Tomás Pierucci, entre otros.

Hoy en día, el joven necochense vive en Shangai y su empresa “Stokes”, fabrica los snacks en tres plantas en distintos puntos de China. Sus productos se encuentran en 750 supermercados y facturará US$3 millones en un año.