Inolvidable: a 40 años de los míticos recitales de Queen en Argentina
El grupo británico liderado por Freddie Mercury llegó a nuestro país en 1981. Fue la primera megabanda que visitó el país, en pleno apogeo de su éxito. Tocó tres veces en la ciudad de Buenos Aires, una en Mar del Plata y otra en Rosario.
Para los fanáticos de la banda británica Queen, el 28 de febrero de 1981 no es una fecha más, no es un papel que se saca del calendario como cualquier otro. Se trató de un sueño que se hizo realidad: la posibilidad de ver a Freddie Mercury y sus muchachos sobre un escenario argentino, disfrutando de su música y en plena dictadura militar que gobernaba nuestro país.
En aquella época poder ver a un grupo extranjero era casi una utopía, y más si trataba de uno de la talla de Queen (compuesto por Mercury, Brian May, John Deacon y Roger Taylor), que sacaba discos y éxitos de forma continua y cuya fama se extendió a todo el mundo. Además, porque los principios de la década del 80 estaban marcados por la presencia de un gobierno de facto (en ese momento Jorge Rafael Videla era su "presidente").
De hecho, en nuestro país ya se hablaba de desaparecidos, de una inflación que subía a diario y de fuerzas militares y policiales que rondaban la ciudad. La llegada de este grupo inglés pareció ser un bálsamo para los jóvenes argentinos, que estaba deseosos de un "cambio de aire".
Es por eso que la gira "The Game Tour" tuvo un breve paso por Sudamèrica y encontró en Argentina a uno de los país por los cuales la banda de Mercury desplegaría todo su poderío de luces y música, en una visita que abarcó cinco conciertos: tres en el estadio de Vélez Sársfield (28 de febrero, 3 y 8 de marzo), uno en el estadio Mundialista de Mar del Plata (4 de marzo) y uno en el "Gigante de Arroyito" de Rosario (6 de marzo).
Luego de la llegada al Aeropuerto internacional de Ezeiza y posterior conferencia de prensa, todo estaba listo para la gran noche del 28 de febrero, en la cual miles de almas (se habla de más por el ingreso de "colados") llegaron al estadio ubicado en el barrio de Liniers, ante la atenta mirada de carros de asalto, patrulleros y miles de policías y militares que controlaron los ingresos, el interior y la salida de los fanáticos de forma sigilosa y cuidadosa.
Después de la aparición como soporte de la banda de "Miguel Mateos y Zas", las luces se apagaron y cuando se volvieron a encender, descendió la magia de Mercury y con sus primeras canciones "Let me entertain you" y "Play the game" arrancó el show en Buenos Aires.
El paso de los minutos enamoró a los miles de espectadores que se dieron cita en Liniers, porque las luces proponían una atmósfera de encantamiento, que nunca se había visto en nuestro país, sumado a los acordes de May con su guitarra, la poderosa batería de Taylor, la sincronización del bajo de Deacon y la inconfudible voz de Mercury, que se atrevió a pronunciar algunas palabras en español para delicia de los presentes.
Canciones como "Bohemian Rhapsody", "Crazy Little Thing Called Love", "Keep Yourself Alive" o "Fat Bottomed Girls" le pusieron pimienta a un concierto que entregó lo que los fanáticos fueron a buscar.
Tras una hora y media de música a pleno, la banda tocó los temas "We will rock you" y "We are the Champions", dejando para el final su tradicional "God save the Queen", canción con la cual solía despedirse del público en cada concierto, pero que en nuestro país pareció ser el comienzo de un idilio que todavía continúa en la actualidad.
Pasión por Queen
Cuando uno transita por la adolescencia lo que más anhela de un grupo musical, además de escuchar sus discos, es poder tener un contacto con ellos y más si se trataba de una época especial que se vivió en nuestro país. Es por eso, que Esteban, que en aquel entonces tenía 12 años, pudo cumplir su sueño de ver a Queen las tres veces que tocó en el estadio de Vélez Sársfield aquellas noches de 1981.
"Un amigo me dijo de ir a ver Queen, averigué donde vendían las entradas, porque era la primera vez que se sacaba entrada anticipada en Argentina para un recital. Compré la del 28 de febrero y del 1 de marzo, y no se sabía que iba a existir un tercer recital en Buenos Aires, la expectativa era grande y la entrada era muy cara, de hecho, el campo era lo más caro y la platea baja era más barata, al revés que ahora", comenzó diciendo Esteban.
En cuanto a los alrededores del estadio, el hombre agregó que "había mucho control en la zona con muchos policías y camiones celulares por doquier, y la situación era clara: si no tenías entrada, no entrabas. Pero nunca vi algún incidente ni adentro ni afuera del estadio".
En cuanto a la actuación del grupo británico, Esteban sostuvo que "creo que entré en trance porque no paré de cantar las canciones, si me dicen qué imagen tengo ahora, son todos flashes, cuando te encontrás con un recital de un grupo como éste, decís va a volver y no valorás un momento como éste. Yo dije Queen vuelve seguro, y estuvo por hacerlo en 1982 pero con la guerra se frenó, pensaba que iba a volver y lo tomé como un recital de una seguidilla de recitales que iba a ver, pero igual lo disfruté al mango porque era ver a mis ídolos, era un bloque, no sólo Freddie. Se cumplió un sueño increíble, la sensación cuando dijo ¡Hola Argentina, que tal todo bien!, estábamos todo extasiados, porque nunca un grupo inglés había venido y te decía unas palabras en en tu idioma, cuando pasó eso nos volvimos locos".
Esteban agregó que "destaco todo el show, me llamaron la atención las luces, que las manejaban con grúas, eran unas parrillas que pesaban varias toneladas, que subían y bajaban con las grúas, era como un movimiento ondulante. El humo y las luces, fue impresionante, la voz de Freddie. Lo que sí percibí fue que en el primer recital había tensión en ellos, es como que salieron muy tensionados porque no sabían con que se iban a encontrar. Después con el paso de los temas y los otros recitales, todo fue distinto".
Consultado sobre el feedback entre grupo y gente, el fanático sostuvo que "no fue como lo suele ser ahora, no existían ciertos gritos, si estaba el famoso ooooo, lo que si se asombraron ellos fue cómo la gente cantaba sus canciones, porque si bien habían tocado en Japón y Europa, no esperaban que en Latinoamérica se cantara en inglés. El público de acá fue muy efusivo, como lo sigue siendo ahora".
Situación militar
A pesar de que en aquel momento el presidente de facto era Jorge Rafael Videla, éste seguía perdiendo poder con el paso de los meses y la estampa de Roberto Viola se agrandaba cada vez más, de hecho, a finales de marzo de 1981 terminó reemplazando a Videla.
La figura de Viola era tan fuerte y particular, que algunos se atreven a decir que el propio hijo del militar (que jugaba al fútbol en el ascenso) fue el impulsor para que la banda británica llegara a nuestro país en la gira "The Game Tour", ya que era impensado que en plena dictadura militar, un conjunto inglés tocara en Argentina.
Esta hipótesis se potenció cuando tres de los integrantes de la banda (May, Mercury y Deacon, ya que Taylor es un defensor de los Derechos Humanos, decidió no asistir) junto a su manager Jim Beach tuvieron una charla con Viola, en la cual el militar les ofreció todo tipo de garantías durante su estadía en nuestro país.
Otros indican que la entrevista tuvo un tinte estratégico por parte de Viola, quien quería demostrar a Queen que en Argentina no había tanta represión como se decía en el resto del mundo, y que la seguridad que se presentaba en todas partes era para "cuidar a los músicos de los acosos".
Lo cierto, es que en cada recital que dio el grupo en Capital Federal, Rosario y Mar del Plata, la presencia policial y militar en cercanías del campo de juego, adentro y en las calles era masiva e importante, de hecho, las fuerzas no permitían que los fanáticos del grupo tuvieran contacto con ellos, ni siquiera se les permitía acercarse a los hoteles donde los integrantes paraban, ya que esta era sinónimo de represión en puerta. Es por eso que son pocos los que conservan algún autógrafo o foto con los integrantes de Queen.
Un tal...Diego Maradona
Allá por 1981 una figura rutilante era tapa de diarios, revistas y comentarios en cual medio de comunicación se atravesara: se trataba de Diego Armando Maradona, quien se encaminaba a obtener el campeonato de ese año con Boca Juniors, pero que también tuvo tiempo para compartir con los integrantes de Queen y hasta subir al escenario para presentar la canción “Another one bites the dust”.
En el tercer recital que dieron en el estadio de Vélez Sársfield (quinto y último en nuestro país). Freddie Mercury sorprendió a todos con la camiseta de la selección argentina puesta y posterior presentación al público del astro mundial. En ese momento les dijo "Quiero presentarles a un amigo de ustedes: Maradona".
Ante la algarabía de la gente que gritaba "Maradooo, Maradooo", el ex capitán argentino subió al escenario y exclamó a la multitud: "Le quiero agradecer a Freddie y a los Queen por hacerme tan feliz. Y ahora Otro muerde el polvo".
Tras el recital, se conocieron las famosas fotos en las cuales el cantante tenía puesta la camiseta argentina, y Maradona una con la bandera británica.
¿Qué era Queen en aquel entonces?
Si bien hacía apenas una década que el grupo Queen se había creado por parte del baterista Roger Taylor, el guitarrista Brian May, el cantante Freddie Mercury y el luego incorporado bajista John Deacon, para el recital del 28 de febrero de 1981 en el estadio de Vélez Sársfield, la banda británica de rock era una marca registrada en todo el mundo que llegó a nuestro país como parte de "The Game Tour", que tuvo su comienzo en junio de 1980 en Canadá y culminó a finales de noviembre de 1981 en la misma nación.
En la década de 1970, la agrupación británica "sacó a la luz" unos ocho álbumes de estudio como " Queen" (1973), " Queen II" (1974), "Sheer Heart Attack" (1974), "A night at the Opera" (1975), "A day at the races" (1976), "News of the world" (1977), "Jazz" (1978) y "The game" (1980), de los cuales sobresalieron exitosas canciones como "Crazy little thing called love", "Another one bites the dust", "Killer queen", "Somebody to love", "Play the game", "Bohemian Rhapsody", "We are the champions", "Fat bottomed girls", "We will rock you" y "Love of my life", entre otras.
Esa década estuvo marcada, además de los discos y canciones históricas de la banda, por otra cuestión importante: el tipo de música que desplegaba en sus discos y recitales, ya que por estos años Queen poseía un sonido más rockero con fuerte presencia de sus instrumentos y la voz de todos su integrantes, algo que se diferencia de los 80, cuando los liderados por Freddie Mercury se ajustaron más al mercado y su sonido pasó a ser más comercial y hasta con el aporte de sintetizadores en algunas canciones, aunque esa década es otra historia.
Otro punto importante de Queen en los setenta es que sus giras se enmarcan totalmente en Europa, Japón, Australia y Estados Unidos, es decir, la actividad sólo se podía ver en lugares específicos, sin embargo, con el lanzamiento del disco "The Game", esto cambió de manera rutilante y definitiva para la banda.
En busca de otros mercados y públicos a conquistar, se decidió que además de aquellos destinos regulares que tocaba la agrupación británica, se agregara uno nuevo: latinoamérica. Es por eso, que la gira comenzó en 1980 y en febrero de 1981 tocaron en la ciudad japonesa de Tokio, para luego llegar a finales de ese mes a América del sur, donde nuestro país fue el primer sitio en que el grupo inició su camino por nuestra región.
Tras las cinco presentaciones realizadas en Argentina (tres en la ciudad de Buenos Aires, una en Rosario y una en Mar del Plata), Queen continuó su sendero por Brasil, Venezuela y México, suspendiendose en Chile por razones que todavía nadie explicó, aunque muchos creen que se trata de que en el país trasandino regía el gobierno dictatorial de Augusto Pinochet, y ésto evitó que la formación inglesa deleitara con su música a los chilenos.
POR G.A.