Desde la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad, se llevó adelante la investigación: ¿Es posible debatir en medio de discursos de odio? Con el objetivo de detectar acciones estigmatizantes y discriminatorias, que por violentas, acallan voces y empobrecen el debate público en torno a la agenda de la igualdad de género, se analizaron cuentas de Twitter de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. 

Crónica.com.ar entrevistó en exclusiva a una de las integrantes del equipo de investigación que con este trabajo busca repensar formas de potenciar la visibilidad de las reivindicaciones de la agenda de igualdad de género en la región.

Los discursos de odio afectan negativamente sobre el debate público y sobre la democracia cuando logran acallar voces como reacción ante la violencia y las agresiones, algo que se vendría impulsando desde "grupos organizados de antiderechos, de antigénero y de las nuevas derechas". 

"Empezamos a detectar, desde la perspectiva de género, la enorme cantidad de violencia que circula, se reproduce y repercute sobre los activismos".

"Desde Comunicación para la Igualdad venimos trabajando en temas vinculados a comunicación, género y DDHH. En los últimos años nos enfocamos en las redes sociales y a partir de ahí empezamos a detectar, desde la perspectiva de género, la enorme cantidad de violencia que circula, se reproduce y repercute sobre los activismos", explicó a Crónica.com.ar, Ludmila Fernández López, licenciada en comunicación social, máster en estudios de género e integrante del equipo que realizó la investigación. 

 

 

Respuestas de las personas encuestadas en la investigación ¿Es posible debatir en medio de discursos de odio?

 

"No sólo es un ensañamiento contra la igualdad de género sino que hay formas de activismo antigénero. Hay grupos, hay referentes de estos sectores que militan como nosotras pero con acciones ilegítimas y usan la violencia, que es lo que nosotras mostramos en este informe", aseguró Fernández López. 

La investigación se llevó adelante a través del análisis de doce cuentas en Twitter a favor de la agenda de la igualdad de género y doce cuentas en contra, tanto de Argentina como de Chile, Paraguay  y Uruguay, entre agosto de 2019 y julio de 2020. Donde también fueron entrevistadas 24 personas titulares referentes de cuentas feministas que aportaron detalles de las violencias y agresiones que recibieron a través de las redes sociales. 

Entre las referentes entrevistadas están Diana Maffia,  directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, Claudia Piñeiro, dramaturga y guionista, Florencia Guimaraes, integrante de Furia Trava, directora de Políticas LGTBI de la Matanza, Sabrina Cartabia, abogada y Constanza Valdés, primera asesora trans del Parlamento, entre otras. 

De los resultados más relevantes aportados por la investigación, Argentina fue el país donde más aumentó la violencia antigénero a nivel regional y donde menos debate hubo entre los dos sectores. Mientras que Uruguay fue opuesto en ese sentido, las agresiones fueron menos frecuentes y se registró un incremento del debate.

Respuestas de las personas encuestadas en la investigación ¿Es posible debatir en medio de discursos de odio?

"Verificamos que todas las personas recibieron violencia. Cuando vos te encontrás a conversar en una entrevista extendida con cada una de las personas que fueron analizadas en el informe,  en su mayoría mujeres pero también personas trans o varones, que todos y todas digan que sufrieron violencia,  eso es impactante", advirtió Fernández López. 

"Detectamos que entre el 30 y el 60 por ciento dejaron de leer las notificaciones de sus redes a partir de las agresiones. Ahí hay una forma de repliegue que tiene que ver con la autodefensa, con la autopreservación y que es totalmente entendible en lo personal pero que daña el debate público. Porque si vos dejás de leer esas respuestas porque encontrás agresiones,  primero te perdés todo lo otro que puede haber,  de replicar y claramente hay un daño ahí. Es una forma de acallar", sostuvo. 

Según Fernández López, quienes imponen discursos de odio a través de las redes sociales son grupos organizados que realizan campañas coordinadas que tienen el objetivo de "acallar e instalar su propia agenda". 

"Cuando es el día de Ni Una Menos y aparece el hashtag Nadie menos dando vueltas por todos lados,  es exactamente eso. Trabajan para oponerse y por intentar socavar derechos", alertó la integrante del grupo de invesigación. 

 

 

Retuits. Gráfico de la investigación ¿Es posible debatir en medio de discursos de odio?

 

"Argentina es el país donde más personas fueron víctimas de campañas organizadas en contra, ese es uno de los datos relevantes. Cuando Ofelia Fernández se levanta y tiene un hashtag que es tendencia, que es viral , que habla sobre su apariencia física,  ahí hay una organización detrás. No es que a alguien se le ocurrió un hashtag y a otra persona le gustó. De eso hablamos cuando hablamos de campañas coordinadas", explicó. 

 

"El motivo es muy complejo de analizar pero una respuesta posible es que como los feminismos acá están muy organizados,  su contraparte también va tomando más fuerza. Ni una menos empezó en Argentina y ese es un dato importantísimo para entender el mapa de la región y del mundo,  porque traspasó fronteras e idiomas. Y empezó como un ciberactivismo, el hashtag #NiUnaMenos comenzó en las redes sociales. Ahí tenemos una referencia, Argentina es uno de los países que más tiene desarrollado el movimiento feminista", sentenció Fernández López.

 

"Cuando Ofelia Fernández se levanta y tiene un hashtag que es tendencia, que es viral , que habla sobre su apariencia física,  ahí hay una organización detrás".

 

La investigación reveló que la totalidad de las referentes entrevistadas recibieron discursos violentos en las redes sociales, casi la mitad fue objeto de campañas coordinadas en su contra a través de Twitter. Y que la violencia trascendió las redes: el 46% recibió mensajes intimidatorios personales, el 33% violencia en la vía pública y el 4,2% en su domicilio.

 

Según Fernández López, otro dato relevante de la investigación es que el 40 por ciento de las cuentas que agredían a la legisladora Ofelia Fernández fueron creadas después del 2018. "Lo que evidencia muchas cuentas falsas que se crearon especialmente para agredirla a ella. Esto refleja cómo se daña el debate público y cuál es la libertad de expresión que tenemos en relación a lo que está pasando en las redes y también en los medios tradicionales", argumentó. 

 

 

"Nosotras seguimos debatiendo y la discusión sigue dándose. Y no es poco lo que han logrado los feminismos y otros activismos de la diversidad y los derechos humanos. No es poco lo que han logrado puntualmente en la Argentina y en la región, donde es referencia. Por lo tanto me permito la respuesta optimista de decir que podemos dar discusiones,  pero lo cierto es que está muy dañado ese debate público y eso es lo que intentamos transmitir desde este trabajo", expresó Fernández López a este medio. 

"¿De qué hablamos cuando hablamos de libertad de expresión? Este contexto sociocultural que avala estas expresiones de odio,  ¿Es una forma de libertad de expresión? ¿Eso es lo que entendemos como libertad de expresión? A mi me queda el interrogante abierto", concluyó. 

 

Por el incremento del clima de polarización a nivel global, en especial en las redes sociales, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó en 2019, el Plan de Acción contra el Discurso de Odio; al que define como "cualquier tipo de discurso, escrito o conductual, que ataca o usa lenguaje peyorativo o discriminatorio hacia una persona o grupo sobre la base de lo que son”.

 

La investigación sobre los discursos de odio en las redes sociales

 

 

Link a la investigación ¿Es posible debatir en medio de discursos de odio?