Las empresas denominadas FAANG no existen como tal grupo: Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google. FAANG es un acrónimo que se inventó para hablar de las cinco tecnológicas más importantes del mercado estadounidense.

Muchos inversores buscaron entonces la forma de hacerse con una parte del beneficio que proporcionaban estas empresas, pero no supieron encontrarlo. El fenómeno FAANG no se encontraba en ningún ETF o fondo de inversión per se. Para invertir en FAANG había que hacerlo en las propias acciones de forma individual o a través de fondos de inversión o ETFs de empresas tecnológicas.

 

Esta segunda opción no colmaba las expectativas de los inversores, pues los fondos tecnológicos no tenían única y exclusivamente acciones de las FAANG. Incluían también otras empresas del sector y no podían, por lo tanto, ofrecer las rentabilidades de este grupo de acciones.

Recordemos que las FAANG lo hicieron muy bien en 2020. Las cinco subieron de media un 58% entre la revalorización en el precio y los dividendos que abonaron, frente al 18,4% del índice S&P 500, y empujaron al Nasdaq a una rentabilidad del 44,9%. 2021 es diferente. Han aparecido algunas nubes en el cielo de estas empresas en forma de problemas individuales, regulación e impuestos. 

 

Por ejemplo, Facebook afronta problemas regulatorios por la falta de seguridad que ofrece sobre los datos de sus usuarios. Amazon afronta problemas regulatorios en Europa por competencia desleal y su magnífico 2020 es difícil que se repita, pues las vacunas devuelven a las personas a la calle y ya no necesitan tantas compras online.

 

Apple afronta problemas regulatorios con la obsolescencia programada de sus dispositivos, y el escaso éxito de su plataforma Apple TV. Algo parecido a Amazon vive Netflix. 2020 fue el entorno perfecto para su negocio, pero todo llega a su fin. Además, hay nuevas plataformas de vídeo en streaming como Disney + dispuestas a quedarse parte de ese pastel.  Así que sus cuentas en 2021 podrían no ser tan positivas. 

 

Por último, Google (Alphabet) sigue a vueltas con las leyes antitrust por su posición dominante en las búsquedas por Internet y el poco éxito de servicios como Stadia o dispositivos como el smartphone Pixel.

 

Así las cosas, invertir en acciones de estas cinco grandes empresas tecnológicas estadounidenses no es fácil y tampoco parece una apuesta clara para 2021. Es importante ir de la mano de un buen bróker regulado para ir recibiendo las noticias y los análisis de estos valores con vistas a decidir si es un buen momento para entrar o para salir. Ya decimos que no hay manera de invertir en estas cinco empresas como un grupo. Pero es que eso tampoco resultó rentable en 2020. Google se quedó por detrás.

 

Una cartera de FAANG que no tuviera acciones de Alphabet/Google lo habría hecho mejor. Los periodistas se inventaron el acrónimo, pero el mercado no ha creído en él. No hay productos para invertir directamente en este grupo de acciones y quien se hizo con una cartera de todas ellas, ganó dinero con cuatro y, aunque no perdió, tampoco acertó con la quinta.  

 

Invertir en acciones es difícil, pero invertir en acciones porque se ponen de moda o alguien crea un grupo de ellas que pueden o no tener un nexo de unión entre sí es más complicado aún. Lo sensato, lo que te recordará un buen bróker regulado es que inviertas en sectores definidos o empresas, con CFDS. Si crees que la tecnología lo hará bien, compra un ETF de empresas tecnológicas.

 

Pero si identificas qué empresas tecnológicas concretas lo van a hacer mejor, la inversión más inteligente es hacerte con ellas mediante CFDs. Invertir en acciones siguiendo el ruido de los mercados no es una buena idea. Toma tus decisiones por ti mismo.