En las últimas 24 horas hubo en la Argentina más de 27.000 casos de coronavirus, un nuevo récord en una segunda ola que parece no detenerse en el aumento de infectados como tampoco en el porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva, con un 62,4% en el país y del 70,8% en la Área Metropolitana Buenos Aires.

"Estamos viendo el reflejo de quince días atrás,  donde estábamos volviendo de las vacaciones y estábamos preparándonos para Semana Santa,  algo que todavía no está volcado en estos números", expresó en exclusiva a Cronica.com.ar, Gabriela Piovano, médica infectóloga, terapista intensivista del Hospital Muñiz (MN 85555) y comunicadora. 

"El año pasado se cerró en Julio y se sostuvo después el aislamiento y el control de la circulación, lo que permitió que progresivamente los casos bajaran al punto que  se cerraron terapias y lugares que se hicieron especialmente para alojar en los primeros picos a la gente", explicó la médica sobre las medidas preventivas que fueron llevadas adelante en la primera ola de coronavirus y que ayudaron a que el virus no avanzara.  

Para Piovano, fue lo que vino después lo que determinó que la situación cambiara. "Se dio la potestad a la cidadanía de volver a circular, recordemos que empezó también la gran rotura de las burbujas que fueron las fiestas, donde la gente se encontró con personas que hacía mucho tiempo no veía. Todo eso obviamente iba a aumentar el número de casos", aseguró. 

" El problema no es que tengamos muchos números, el problema es que empezaron a subir los casos más graves", Gabriela Piovano, médica infectóloga, terapista intensivista. 

"Como la ocupación de camas se mantenía muy abajo en el sector público, porque el privado siempre estuvo arriba del 90% y siempre fue asistido por el Estado derivándo pacientes del privado al Estado, como eso estaba desagotado, eso habilitó a la circulación,  pero a la larga o a la corta iba a traer esto", explicó la infectóloga.  

Según la médica, los casos "van a seguir creciendo" aunque el problema real no es sólo el aumento de los casos.  "El problema no es que tengamos muchos números, el problema es que empezaron a subir los casos más graves. Al ser tantos los números por más que el porcentaje sea pequeño,  el número real es muy alto", aseguró a este medio Piovano.  

"De diciembre para acá, el grueso de los números era de gente joven que había evolucionado con cuadros benignos, cuadros asintomáticos. Con miles de casos empezás a ver gente que aunque sea más joven y aunque no sea de grupo de riesgo tiene una evolución mala. Y a su vez,  con la posibilidad de que algunas sean reinfecciones. Gente que se haya contagiado hace meses y ahora se vuelve a contagiar,  y  que frente a un nuevo ataque y  en determinadas circunstancias,  puede convertirse en un cuadro más grave", desarrolló Pirovano y agregó: "Claramente,  donde permitís la circulación el virus va a aumentar. ¿Por qué hoy tenemos la cepa Manaos? Porque la gente no entiende. Fueron a Brasil,  volvieron con la cepa e hicieron visitas, y organizaron fiestas...".

Para Priovano, son las medidas de restricción las que van a ayudar a que los casos de contagio bajen. "Todavía no hay un impacto de la vacuna. Lo que la vacuna está dando ahora es menor cantidad del personal de salud evolucionando grave,  y podés prevenir que la gente de riesgo que se vacunó si se vuelve  a infectar no evolucione grave, entonces son menos casos pidiendo entrar al sistema", aseguró.  

"Si se vacuna a los adultos mayores y no circulan pero los que circulan son los jóvenes masivamente y empiezo a tener casos de gente joven, no sirvió de nada la vacunación", advirtió la médica infectóloga.  

" Me parece que hay que volver a un cierre estricto, manteniendo algunas cosas donde se generen burbujas", Gabriela Piovano, médica infectóloga, terapista intensivista, Hospital Muñiz. 

"Me parece que hay que volver a un cierre estricto, manteniendo algunas cosas donde se generen burbujas. Como fue la industria con su sistema de transporte particular, entonces podés sostener ese trabajo presencial pero organizado. Restricto diez o quince días mínimo, y abrís,  como hicimos antes. No escolaridad presencial, no salidas a boliches... Inclusive la gente podría salir a correr y volver a su casa o salir  con la familia a dar una vuelta y volver a tu casa. Si vos salís con tu familia, vos estás sosteniendo tu burbuja.  El problema es cuando tu nena se encuentra con otros, vos con las otras madres a la salida de la escuela o caminás por un lugar donde pasaron otras quinientas personas", concluyó Pirovano.