Cuando ya hay bastante alcohol en sangre, la gente suele tener ideas que en el momento son inmejorables, una delicia que no puede salir mal. Sin embargo, cuando pasan unas horas y se disipa el efecto de la bebida, esas ideas que parecían no tener fallas aparentes, resultan problemáticas. Esto fue exactamente lo que le sucedió a una joven en los Estados Unidos.

Resulta que una muchacha de 26 años que vive en la ciudad de Portland (Oregon) salió de una fiesta y se animó a agarrar el volante de todas formas. Se sentó, se puso el cinturón de seguridad, puso el GPS y emprendió la marcha.

La joven de 26 terminó incrustada en unas escaleras de la ciudad de Portland (Oregon)

Todo iba bien, hasta que de repente se vio incrustada contra las escaleras de un edificio. La historia rápidamente se viralizó por todo el país del norte y no tardó en llegar a prácticamente todos los portales.

"Una conductora de 26 años condujo a través del garaje del Departamento de Policía, a través de nuestra plaza peatonal y luego trató de conducir por las escaleras hasta Middle Street. Ella dijo que estaba siguiendo sus instrucciones de GPS pero los oficiales que respondieron sintieron que era excesivo su nivel de alcohol en sangre", explicó la Policía de Portland.

Luego de algunas horas, la mujer recibió un citatorio por parte de las autoridades y terminó con algunos daños en su propiedad. Afortunadamente, nadie resultó herido y le notificaron que no vuelva a intentar conducir alcoholizada.

"Tenemos la suerte de que no atropelló a nadie y esto terminó con sólo una pequeña cantidad de daños materiales. Por favor, no bebas y conduzcas", se leyó en un comunicado de la Policía local.