Después de la muerte del empresario estadounidense Bill Doris, su mascota, un border collie llamado Lulu, recibió una herencia de 5 millones de dólares (442 "palos").

Según medios de Nashville, Tennessee, la última voluntad del hombre fue que el dinero, resguardado en un fondo especial, fuera destinado a los costos de cuidado del perro.

"Cinco millones de dólares serán transferidos a un fideicomiso que se creará tras mi muerte para el cuidado de mi border collie Lulu [...] para satisfacer todas sus necesidades", establece el testamento del empresario. Sin embargo, el documento no detalla qué ocurrirá con esta suma de dinero el día en que Lulu, de 8 años, fallezca.

El perro se encuentra hoy bajo custodia de Martha Burton, una amiga del fallecido. "Francamente no sé qué pensar al respecto, para decir la verdad. Él realmente amaba al perro", dijo la nueva dueña de Lulu. Aunque admite que no hay forma de gastar cinco millones de dólares en el perro, confesó que le gustaría intentarlo.

En la actualidad, el patrimonio de Dorris se encuentra en proceso de sucesión y transferencia al fondo que será empleado en beneficio de Lulu.