Trabajar durante las fiestas de fin de año siempre resulta desalentador. Quizás las personas más afectadas en esas fechas son los empleados del sector gastronómico, aunque una moza vivió un momento que se volvió viral y recordará por siempre.

La protagonista de esta historia se llama Callie Blue, una mesera de 29 años, que hace seis trabaja en Gus’s Din, un restorán ubicado en Madison, Wisconsin (Estados Unidos).

Pese a pasar la navidad en su trabajo y alejada de su familia, la joven tenía grandes expectativas para la jornada. "Va a ser un buen día para todos”, pensó y desde muy temprano atendió a los pocos clientes que llegaban al local el pasado 25 de diciembre.

Una de las personas que atendió era el empresario Michael Johnson, según se conoció horas más tarde, quien la dejó boquiabierta luego de pagar un ticket de 18 dólares por lo que había comido.

Al momento de abonar, el hombre entregó su propina con una nota escrita en la parte posterior de su factura: “1.000 dólares de propina - unos $178.943- para celebrar tus seis años de servicio en Gus’s Diner y gracias por sonreír y trabajar en Navidad”.

Al principio Callie Blue creyó que se trataba de una broma, pero al confirmar que era un regalo inesperado no pudo contener las lágrimas.“Pensé que todo era una broma y entonces me di cuenta de que era real. Lloré. Fue impactante y estoy muy agradecida por ello”, contó la mesera a medios locales.

El momento quedó registrado en un video que el propio Johnson se encargó de compartir en Facebook, donde acumula miles de reproducciones. Según relató, nunca había visitado el establecimiento y estuvo hablando con Callie durante 45 minutos, pues era una mañana con pocos clientes, y quedó cautivado  con su amabilidad y espíritu navideño.

Johnson es el director de la organización "Boys and Girls Club", que apoya a jóvenes en distintas ciudades de Estados Unidos y, según contó durante una entrevista con ABC, estaba buscando familias de bajos recursos para entregarles una donación como parte de la campaña ‘Pay It Forward’ que se realiza todos los años.

Según reveló la moza, estaba necesitando el dinero extra para poder alimentar a sus cuatro caballos.

El empresario es popular en la redes por este tipo de acciones. Por ejemplo, en una oportunidad le dio un auto a una familia, también regaló juguetes a más de 600 niños y hasta llevó a familias de compras.

“Yo era un niño al que no le gustaba mucho tener vacaciones, ya que crecí en barrios de vivienda social y mi madre simplemente no tenía mucho y, entonces, batallaba con las vacaciones”, agregó el empresario, quien cada fecha festiva planea que otras personas sí tengan vacaciones especiales