Y llegó la lluvia. Si no en toda la región, en unos cuantos barrios de la Ciudad y el conurbano comenzaron las precipitaciones hacia la noche del sábado. La sensación térmica bajó unos 10 grados centígrados en poco más de una hora.

El agua era esperada con ansias por los porteños que venían de una semana sin tregua, con temperaturas que alcanzaron los 41,5 grados (récord en los últimos 65 años y segunda marca histórica) y una sensación térmica de 47. Lo que se dice, un verdadero horno.

Las reacciones de la gente no se hicieron esperar y salieron a manifestar sus sensaciones en las redes. Tanto los afortunados que pudieron refrescarse como los que todavía están esperando una sensación de alivio.

¿Cómo seguirá el tiempo?

Lo cierto es que para este domingo todavía se anuncia una temperatura máxima de 32 grados centígrados, aunque matizada por algunas lluvias. La verdadera sensación de alivio llegará a partir del lunes, cuando los termómetros no pasarán de los 23 grados y habrá tormentas eléctricas. Con altas y bajas, el clima permanecerá inestable durante varios días. Así se pondrá fin a una de las más intensas olas de calor que los porteños recuerden.