Turismo gastronómico: la "Ruta de la Yerba Mate" para visitar en Misiones y Corrientes
El recorrido por la zona productora de este ingrediente infaltable para el mate permite conocer en detalle su cultivo, así como su historia y el impacto en la cultura.
El litoral argentino es la principal zona productora de yerba mate en el mundo. Allí se ofrece un paseo por el circuito turístico denominado “La ruta de la yerba mate” que atraviesa Misiones y Corrientes, y revela los secretos de este ingrediente infaltable para disfrutar de unos “verdes”.
La fuerza de la cultura alimentaria aborigen invade cada rincón del litoral. La tierra colorada, las lluvias y los días soleados, lo han posicionado históricamente, como una de las regiones más fértiles de la Argentina, y hogar de una de las tradiciones más características del país: el mate, que ahora tiene su propio recorrido.
Reconocida como la principal ruta alimentaria del Mercosur y declarada como “Patrimonio cultural, histórico, turístico, paisajístico, productivo, gastronómico e industrial de Misiones”, este recorrido por la zona productora de yerba mate permite conocer en detalle el desarrollo, desde su cultivo hasta que llega al mate, así como su historia y el impacto en la cultura. Además, a lo largo del camino se ofrecen más de 200 alimentos y bebidas en base a este ingrediente.
La ruta, que abarca el norte de Corrientes y toda Misiones, además de su contenido de turismo rural, cultural, histórico y productivo, conecta con otros atractivos turísticos de ambas provincias, entre los que destacan las Cataratas del Iguazú, los saltos del Moconá, la Ruta de las Misiones Jesúiticas y los Esteros del Iberá.
Cada viajero puede tomarse el tiempo que necesite para recorrerla, a través de numerosos circuitos organizados que están vinculados con centros productores de diversos tamaños, donde se le rinde homenaje al producto más antiguo, autóctono, auténtico y representativo del país.
En lo turístico, la ruta de la yerba mate involucra a alojamientos, empresas de viajes, gastronomía, pequeños comercios y paisajes, además de los productores yerbateros, y se extiende a otras actividades como la agroindustrias, transportes, cultura y la vida cotidiana de muchos argentinos.
En sus fundamentos, la propuesta señala que el consumo de mate se remonta a los pueblos originarios guaraníes y hoy "es una costumbre esencial entre todos los argentinos, un rito social del compartir, acompañante ideal de una buena y larga conversación".
Dos siglos después de su nacimiento, el amor por el mate continúa y siempre encuentra la manera de renovarse para mantenerse vigente. De las 260 millones de toneladas de yerba mate que se producen en Argentina por año, el 75% es yerba tradicional, un 20% son saborizadas; y el 5% restante son productos derivados.