Como ocurre todos los años, al despertar luego de una noche entretenida y especial de Navidad o Año Nuevo nos encontramos con la heladera repleta de sobras de la cena anterior. Y es que ocurre en la mayoría de los hogares que, para evitar correr el riesgo de quedarse corto con la comida y que los comensales se queden con hambre, siempre se preparan más platos lo necesario en las fiestas.

Carnes, pastas, ensaladas, salsas, panificados, postres, todo eso y más queda a disposición del anfitrión de la fiesta al día siguiente, que se pregunta qué hacer con tanta comida que ya no será degustada por la misma cantidad de personas.

Desperdiciar aquellas preparaciones que fueron realizadas con tanto esmero y dedicación es una picardía. No dejes que la comida se eche a perder ni la tires antes de tiempo: estas son algunas ideas para aprovechar las sobras de Navidad y Año Nuevo de forma ingeniosa.

  1. El pan, en general, es uno de los alimentos que más sobran pasadas las fiestas. La ventaja del mismo es que tiene múltiples usos aunque se haya quedado duro. Una opción es que lo cortes en rodajas y pintes con manteca o aceite de oliva, lo condimentes con un poco de orégano o sal y pimienta, y lo lleves al horno durante unos minutos: quedará espectacular para desayunar con queso untable y unos mates por la mañana siguiente.
    Pan recalentado en el horno con aceite y tomate.
    Si te gusta dar una sensación crujiente a tus sopas o ensaladas, podés triturarlos y hacerte unos croutones. Otra gran idea es utilizar el pan dulce de anoche, que ya de por sí ha sido endulzado con frutos y azúcares, para convertirlo en un exquisito budín de pan. Tan solo tendrás que mezclar los trozos del panificado con leche tibia, huevos, y un poco de ralladura de limón o esencia de vainilla y hornearlo a fuego medio por media hora.
    Budín de pan con restos de pan dulce duro.
  2. Con los restos de carne, ya sea de pollo o de ternera, qué mejor que aprovecharlas para hacer unas deliciosas empanadas o un pastel de papa. Al haberse cocinado la noche pasada, solo hará falta desmenuzarla o trocearla y mezclarla con otros ingredientes para formar un relleno: cebolla y morrón picados, aceitunas, orégano, huevo duro, y algo de queso.
    Pastel de papa con los restos de la carne cocida de Navidad.
    Para la receta de la empanada, tenés que esperar a que se cocine la masa, ya que el relleno solo necesitará un golpe de calor. Del mismo modo ocurre con el pastel: herví las papas y hacelas puré; luego, cubrí la capa del relleno de carne y queso, llevá la fuente al horno y ¡disfrutá!
  3. Si cocinaste verduras asadas o al horno para los vegetarianos de la familia y te quedaron muchos restos, acá tenés una rica sugerencia: picalos, ligá las verduras con huevo, salpimentá y llevá a una sartén con una capa de aceite. En unos minutos tendrás una exquisita tortilla verde.
    Tortilla de verdura.
  4. Para las pastas de anoche, que suelen durar mucho menos que otras preparaciones en la heladera, recomendamos llevar a una fuente apta para horno con cebolla morada o de verdeo picada, y bañar en crema de leche y espolvorear con queso rallado. Otra opción es servir las pastas en una fuente grande con la ensalada de la cena anterior y crear una pasta primavera, un plato ideal para el verano.
    Pasta primavera.

Parecía muy difícil pero no lo es. Si te animás podés jugar con otras sobras e improvisar platos igual de ricos y atractivos que los originales.