Para las audiencias occidentales, Afganistán está tachada como una tierra de guerra y devastación. Pero un documental nominado al Óscar revela una verdad conmovedora: que Afganistán también puede ser un lugar de amor. Estrenada en Netflix, esta historia real conmueve al mundo y es una fuerte candidata a la estatuilla de oro.

Se trata de "Three Songs for Benazir", o "Tres canciones para Benazir", en español. El cortometraje dura apenas 22 minutos y cuenta la historia de amor entre Shaista y Benazir, una joven pareja que intenta hacer una vida juntos en un campamento para personas desplazadas por la guerra en Kabul.

"En el campo hay tristeza y una vida dura y hay guerra, hay sufrimiento. No hay trabajos. Pero también hay algo más", contó a Deadline el director y nativo afgano Gulistan Mirzaei, quien creó la película junto a su esposa, Elizabeth Mirzaei. "Hay poesía… Hay amor. Para mí era importante mostrar una historia de amor de este campamento y de mi país", agregó.

Los Mirzaei conocieron a su protagonista, Shaista, hace muchos años, mientras trabajaban como voluntarios para una ONG que distribuía alimentos en el campamento. "Shaista y yo teníamos una conexión muy profunda", confesó Gulistan. "Ambos fuimos desplazados por la guerra. Soy de Panjshir [Provincia], en las montañas. Sé lo difícil que es perder tu tierra y tu hogar a causa de la guerra", explicó.

Los directores filmaron a Shaista a lo largo de los años.

Elizabeth dice que la idea de la película se desarrolló orgánicamente a medida que ella y su esposo pasaban más tiempo con Shaista y su familia, acompañándolos a citas médicas y viajes por comida y agua. "Entonces Shaista nos presentó a Benazir. Y vimos que había algo realmente notable en la habitación que sucedió entre ellos dos cuando estaban juntos. Y esa es realmente la semilla de la película", agregó Elizabeth.

Deber y familia, los temas del cortometraje de Netflix nominado a los Oscars

Hay alegría en muchas escenas de la película, ya que Shaista, con un entusiasmo incontenible, le canta a su joven esposa y ella parece al mismo tiempo halagada y avergonzada por su atención. Pero también hay reveses y frustraciones para el protagonista, que sueña con alistarse en el Ejército Nacional Afgano, pero no consigue el permiso de su padre.

"Si te unes", le dice su padre a Shaista, "los talibanes nos harán pedazos". Para los directores, fue importante mostrar este lado de la cultura afgana, donde los sueños y deseos personales chocan con el deber a la familia: "Ponemos tanto énfasis en este tipo de individualismo duro en los Estados Unidos. Hay muy pocos ejemplos en los que un hombre adulto no puede lograr algo que quiere hacer porque su familia no lo aprueba", reflexionó Elizabeth.

Shaista sueña con ser el primero de su tribu en unirse al ejército.

Según comunicaron los directores, Shaista, su esposa Benazir y su creciente familia se encuentran bien, aún en el campamento de Kabul, desde donde vieron el documental por teléfono: "Le mostramos la película por WhatsApp", afirmó Elizabeth a Deadline. "Y dijo que le dio mucha esperanza sobre cómo eran y podrían ser las cosas", agregó la directora.

Con "Three Songs for Benazir", Gulistan Mirzaei se convirtió en el primer afgano nominado a un Óscar como director, ya que las películas anteriores sobre Afganistán distribuidas en Occidente normalmente fueron dirigidas por occidentales: "Las historias sobre este país suelen ser sobre la guerra, la violencia, las armas, el ejército o sobre extranjeros que intentan ayudar a Afganistán. Y esas películas generalmente las hacen personas que no son de Afganistán. Quería contar una historia de amor y algo que la gente nunca antes había visto en mi país. Quería contar la historia con mi propia voz, a través de mi propia lente", señaló Gulistan.