Hace menos de una semana, Netflix puso a disposición de sus usuarios la cuarta temporada de El Marginal, protagonizada por Nicolás Furtado, Claudio Rissi, Martina Gusmán y Juan Minujín, entre otros. E inmediatamente se convirtió en una de las más vistas de la plataforma en el país, solo superada este martes por "Café con aroma de mujer".

Al haberse grabado en plena pandemia, esta entrega tuvo varias curiosidades en el detrás de escena y tras el estreno se convirtió en tendencia en las redes por los desnudos de Minujín y los insultos de Gerardo Romano.

Nueva temporada, nueva casa

Esta entrega continúa la historia luego del incendio de San Onofre por lo que los productores de Underground y Telemundo Streaming Studios tuvieron que buscar una nueva locación.

Así es un pabellón en Puente Viejo (gentileza Julieta Horak).

La cárcel de Puente Viejo se construyó en 3 meses, adentro de lo que fue hace más de un siglo, una fábrica metalúrgica, cuyas instalaciones tenían el potencial para ser transformadas en un reclusorio. Bloques de hormigón y mucha herrería después, lograron dar vida a la visión que había tenido Julia Freid, la directora de arte.

El vestuario de " El Marginal 4"

Pese a que en las redes prácticamente se convirtió en meme el tiempo que pasaron Juan Minujín y Nicolás Furtado desnudos, la realidad es que hubo un gran trabajo de vestuario. Estiman que hubo alrededor de 400 cambios para toda la producción.

Buscaron prendas en ferias vintage y les realizaron distintos tratamientos para que se viesen envejecidas. Generaron roturas y desgastes a propósito en cada una de ellas.

La música

Sebastián Ortega, la cabeza de Underground, decidió incorporar la música de tres argentinos populares para esta temporada: L-Gante, Bizarrap y Pablo Lescano. Según destacaron desde la producción, lo hicieron no solo porque gozan de un reconocimiento del público sino porque además van con el estilo de la serie.

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En total se crearon alrededor de 80 pistas de música incidental tanto para la temporada 4 como la 5.

Los desafíos de grabación

El contexto sanitario no ayudó a hacer las cosas fáciles e incluso por momentos tuvieron que grabar con el director de forma remota, es decir, conectado desde su casa controlando todo desde una notebook.

Las dos temporadas se grabaron en 33 locaciones reales distintas que incluyen desde juzgados de menores hasta hospitales y cementerios. Además, adentro de la nueva cárcel tenían 18 espacios previstos para las tomas entre pabellones, capilla, baños, biblioteca, sala de visitas, etc. Los rodajes de las entregas 4 y 5 demandaron 7 meses, mientras que la edición y la postproducción duró 9 meses.