Se hacía pasar por un importante empresario petrolero para captar a adolescentes a través de las redes sociales y abusar de ellos
Una de las víctimas que actualmente tiene 23 años, rompió el silencio, y habló con cronica.com.ar, sobre el calvario que sufrió durante su adolescencia. La denuncia fue realizada en los Tribunales de Lomas de Zamora, en 2015.
Una nueva denuncia de abuso sexual contra su agresor, lo hizo revivir el calvario que sufrió cuando era un adolescente. El joven de 23 años, quien prefiere mantener su identidad bajo reserva, decidió romper el silencio y contar la pesadilla que sufrió durante su adolescencia tras ser abusado por este sujeto a quien conoció en redes sociales. El denunciado, lo sedujo haciéndose pasar por un importante empresario, y en poco tiempo convirtió su vida en una pesadilla. Hoy, ocho años después, con el mismo modus operandi plagado de mentiras, aires de superioridad, hostigamiento y ostentación, su abusador, vuelve a estar en el blanco de una nueva acusación.
"Sufrí abuso sexual por parte de Gonzalo Avila por más de un año", dijo la víctima, en diálogo con cronica.com.ar. La denuncia por pedofilia fue realizada por los padres de la víctima en los Tribunales de Lomas de Zamora en 2015, pero el hostigamiento continuó hasta que consiguieron una orden de restricción. Aunque todas las pruebas recolectadas en celulares y computadoras fueron presentadas ante la Justicia, "nunca se hizo nada. La causa quedó estancada y no se avanzó", aseguró el denunciante a este medio.
El joven abusado, hoy tiene 23 años, y decide hablar debido a que su presunto abusador se cobró una nueva víctima. Esta vez, un joven de 17 años, de la ciudad de San Pedro. La Justicia investiga la denuncia contra un hombre de 30 a quien se lo acusa de someter a un menor de edad a prácticas sexuales sin su consentimiento en una habitación del hotel Eser, de la citada localidad. La causa está caratulada como “abuso sexual con acceso carnal”.
Quién es el presunto abusador que se hacía pasar por megaempresario
El acusado G.A por el momento se encuentra detenido mientras se investiga la causa por abuso sexual. El denunciado era conocido en los grupos adolescentes del territorio bonaerense como un importante empresario, que tenía acciones en empresas petroleras, y que poseía viviendas en Buenos Aires, Estados Unidos y Alemania.
En esa realidad que aparentaba, mostraba tarjetas de crédito tipo black y efectivo. Además, hablaba de viajes y de negocios. Alguna vez hasta le ofreció "viajar en su jet privado" a uno de los adolescentes que tenía que hacer un viaje afuera de San Pedro. Incluso hasta mantuvo una conversación telefónica que, dijo, era con el propio expresidente Mauricio Macri, según consignó el medio local "La Opinión". También sostenía que sus padres eran una senadora y un juez de renombre, aunque luego se comprobó que sus nombres no coinciden con los que él dio.
En sus redes sociales, el denunciado aparece fotografiado dentro de un avión y se presenta, tal como les decía a todos los que lo conocieron en San Pedro, como “vicepresidente en GMW Corporation”. En Twitter y en Instagram tiene un link a la página web del presunto grupo empresario al que dijo pertenecer.
La web de la presunta empresa dice que opera en 37 países y comercializa en 90, con un equipo de 25 mil personas de 84 nacionalidades y una inversión de 350 millones de euros en los últimos cuatro años. En la misma, el detenido por abuso aparece como vicepresidente, debajo del de Josu Jon Imaz: nada menos que el consejero delegado de Repsol, quien figura como presidente.
Como quedó asentado ante la Justicia, G.A no es empresario sino desempleado. Su Clave Única de Identificación Tributaria (CUIT) revela que es una persona física, que no es empleador, que no tiene impuestos activos y su actividad, registrada en 2017, esa la de “servicios de call center”.
Además, su domicilio no es en Capital sino en Monte Grande, partido de Esteban Echeverría, al sur del conurbano.
Al denuciado también se lo acusa de haber ofrecido dinero a cambio de fotos íntimas y hasta de servicios sexuales. Sin embargo, por el momento, todo está bajo materia de investigación.
El testimonio de una de las víctimas en primera persona
La víctima tenía 14 años cuando conoció al denunciado en el 2014, que en ese entonces tenía 22, a través de la red social Facebook, donde lo sedujo mostrándole la vida “exitosa y ostentosa” que llevaba, "con la que intentaba cautivar niños adolescentes", remarcó el joven, quien sentenció que al tiempo se dio cuenta que esa realidad que le mostraba, en verdad era una farsa.
"Progresivamente comenzó a acercarse a mí, manipulándome y con amenazas", contó. Es que el vínculo entre ellos, que ya de por sí era desigual debido a que la víctima era menor de edad, al poco tiempo se convirtió en un infierno. Es que el denunciado comenzó a perseguirlo por las calles del centro de Monte Grande y para generarle pánico le describía sus movimientos.
"En un momento me apoyó un arma en el cuello para que yo le diga que lo amaba y que aceptara darle un beso", relató el denunciante. El horror que caracterizaba el vínculo desigual que mantenían comenzó a ser cada vez mayor. "Me obligaba a verlo y a hablar con él todos los días, y si no podía era motivo para amenazarme", contó. Llamaba al télefono de su casa y cuando atendían cortaba o en medio de la noche se acercaba a la esquina de su casa, "y hacía estruendos, simulando disparos de arma", dijo.
En una ocasión, la víctima relató que el denunciado lo llevó extorsionado a Mar del Plata, "porque si no iba me iba a matar", remarcó, y puntualizó que nunca dijo nada por "miedo": "Me amenazaba con lastimarme a mí y a mi familia". Además, dijo que el acusado mantenía contactos con la comisaría de Monte Grande, "ya que solía pasear en los patrulleros", y esto lo atemorizaba.
En ese contexto, la víctima dijo estar seguro que él no es la única víctima en Monte Grande. "Me arruinó la adolescencia y me costó años volver a ser la misma persona, mientras él siempre estuvo suelto haciendo lo que quería", remarcó el denunciante.