Desgarrador testimonio de la mamá de la joven que murió al engancharse el pelo en una máquina: "Tengo mis sospechas"
Rocío López Décima tenía 21 años cuando falleció el pasado 4 de abril en la fábrica en la que trabajaba en la localidad de Virrey del Pino. Su mamá, Paola López, habló con cronica.com.ar y pidió que "se esclarezca el caso".
El pasado 4 de abril Paola López volvió de hacer las compras decidida a preparar el almuerzo y esperar a Rocío Décima López, uno de sus cuatro hijos, que a las 13 regresaba de trabajar de la fábrica situada en el terreno lindero al de su vivienda. Sin embargo, un grito desesperado rompió con la calma de su rutina y la alertó: "Venga, venga, que a Rocío la atrapó la máquina". Paola corrió en dirección de dónde venía la voz que la llamaba. El escenario con el que se encontró era trágico.
"Encuentro a mi hija debajo de la máquina, en posición fetal con sus manitos arriba de sus piernas y con su cabeza en el engranaje. No tenía pulso", relató Paola López, en diálogo con cronica.com.ar.
Tres semanas después, Paola tiene más incertidumbre que certezas en torno a la muerte de su hija. "Estoy pidiendo Justicia y que se esclarezca el caso", sentenció.
Paola López, es ama de casa, tiene 43 años y es mamá de cuatro hijos. El pasado 2 de marzo, su hija Rocío de 21 años había comenzado a trabajar en el taller que producía juntas para motocicletas, ubicado al lado de su casa, en la localidad de Virrey del Pino, partido de La Matanza. A un terreno del otro, únicamente los separa un tejido de alambre. El dueño de la fábrica, era un vecino del barrio, que tenía construida su vivienda familiar detrás del taller.
Rocío trabajaba en la fábrica de lunes a sábados ocho horas por día, donde se dedicaba a empaquetar. Para dicha tarea no había tenido capacitación, ni tampoco usaba elementos de protección, contó su mamá. Era la única empleada de la fábrica.
"Ella metía las juntas en bolsas y las sellaba con una maquinita que es manual. Con eso le daba calor a la bolsita y la sellaba para que las juntas quedaran una al lado de la otra y no se movieran", explicó Paola a este medio.
"Era la primera vez que Rocío ingresaba a un sector así. No le gustaba, pero era el trabajo que le surgió y lo necesitaba porque estaba desempleada", agregó Paola. El 2 de marzo Rocio comenzó a trabajar en la fábrica. El 5 de abril tenía fecha para firmar el contrato de trabajo por tres meses con la promesa de que luego la pondrían en blanco, contó su mamá. Pero el día anterior a firmar, murió.
El día del horror
Eran "alrededor de las 12 45" del pasado 4 de abril, recordó Paola quien relató que ella estaba con los preparativos del almuerzo porque Rocío salía de trabajar a la una, almorzaba en su casa, y luego regresaba de vuelta a trabajar las cuatro horas restantes.
"Voy a cocinar y escucho un grito por la ventana de la cocina- ¡Venga, venga que a Rocío la atrapó la máquina! -", contó Paola quien inmediatamente salió corriendo de la vivienda y entró al terreno lindero en dirección al sector donde trabajaba Rocío. Pero para su sorpresa, su hija no estaba ahí; sino que estaba en "otra habitación, que está llena de máquinas".
"Me encuentro con mi hija debajo de una máquina acomodada en posición fetal con sus manos arriba de sus piernas y con su cabeza en el engranaje, que la había enganchado hasta la colita de pelo", describió Paola. Rocío no tenía pulso y estaba congelada, relató.
Cuando llegó, la máquina no estaba en funcionamiento, ya que según le dijo el dueño de la fábrica, él sintió "olor a quemado". "Cuando fue a ver, se encontró con mi hija agarrada en la máquina", relató Paola. Ahí la habría apagado y la llamó a Paola.
"No esperó ni que viniera la policía, le cortó el cuero cabelludo, la sacó de la máquina y la acomodó en el piso", dijo la mamá de Rocío, a quien le llamó la atención que el hombre ni siquiera esperó a que llegara la Policía. Es por eso que Paola tiene sus sospechas acerca de lo que pasó la tarde en la que murió su hija. "Yo creo que pasó algo que no tendría que haber pasado", expresó.
Reclamo de Justicia:
La muerte de Rocío fue caratulada como averiguación de causales de muerte. En la causa interviene la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática Homicidios de San Justo, La Matanza, a cargo del fiscal Gastón Duplaá.
"Desde el 4 de abril que falleció mi hija hasta el día 18 no tuve ninguna novedad sobre la causa", sentenció Paola. Por eso, en los últimos días tomó la decisión de presentarse con una abogada como particular damnificado.
"No me informaron el resultado de la autopsia. No sé en qué estado está la causa, estoy a ciegas", expresó la mujer. A la vez que remarcó que el dueño de la fábrica donde murió su hija nunca fue detenido. Incluso Paola expresó que el día en que se realizó el entierro, el hombre se dio a la fuga junto a su esposa y sus dos hijos.
"Se fueron todos, el día que yo estaba enterrando a mi hija. La casa quedó vacía, ahí no vive nadie más", subrayó. No obstante, mencionó que luego salió a la luz que el hombre tenía conexiones clandestinas de electricidad en su terreno, entre otras irregularidades. "Había un cable trifásico colgando en el árbol adentro de la propiedad", expresó.
Desde entonces a Paola la inundan las preguntas para las que no obtiene respuesta en torno a la muerte de Rocío.
"Quiero saber qué hacia mi hija ahí, porque ella trabajaba en otro sector. ¿Porqué mi hija terminó debajo de esa máquina?, y porque este hombre se dio a la fuga si dijo que fue un accidente de trabajo", cuestionó Paola.
"Me levanto todos los días de mi vida pensado que pasó y me acuesto pensando que pasó", sentenció.