La aterradora historia del bosque embrujado
Crónica Fenómenos Paranormales Escalofriantes relatos del Parque Fuentes Brotantes, también conocido como el Bosque Tlalpan, en México. Durante el siglo XIX, fue una de las zonas de la ciudad donde funcionaban industrias de papel y textiles. En una de estas, la fábrica La Fama Montañesa, la cual estaba ubicada a metros del Parque, se dice que los empleados eran acosados por demonios.
Por Marcelo Peralta Martínez
La Ciudad de México cuenta con muchas leyendas urbanas, algunas muy famosas, como La Llorona. En este número nos sumergiremos en la historia de Piedra del Diablo, una leyenda del Parque Fuentes Brotantes, también conocido como el Bosque Tlalpan. Sin embargo, este lugar esconde una exorcización, espectros y otros misterios.
Pasan cosas raras
Durante el siglo XIX, la delegación de Tlalpan fue una de las zonas de la ciudad donde funcionaban fábricas de papel y textiles. En una de estas, la fábrica La Fama Montañesa, la cual estaba ubicada a metros del Parque Fuentes Brotantes, se dice que los empleados eran acosados por demonios. Además, la historia cuenta que en aquel lugar los empleados escuchaban constantes ruidos, incluidas cadenas arrastrando, y sobre todo por la noche veían "presencias" y espectros. Esto, sumado a "desapariciones" y perros negros. Estos temas eran los que se repetían entre los aterrorizados trabajadores.
Por este motivo, muchos vecinos aseguran que en 1926 se realizó un exorcismo en el parque. Y, de esta manera, fue suficiente para que muchos dejaran de caminar por la zona, haciéndola tenebrosa, porque quienes estuvieron allí aseguran haber escuchado gritos y ver espíritus.
En tanto, la versión de los vecinos es real. El lugar fue exorcizado después que los obreros le pidieran ayuda al padre Antonio Fragoso. Si bien en principio este estaba un poco descreído del relato, terminó creyendo todo y por eso se decidió a "exorcizar" la zona. Lo hizo desde la llamada Piedra del Diablo. Según difundieron los testigos, y luego se volvió parte del mito urbano, en el momento de realizar el acto de exorcismo se escuchó una gran cantidad de extraños ruidos, como aullidos y ladridos de perros, además de gritos y lamentos que perduraron por varios minutos, y luego la paz se apoderó del lugar. Tras los hechos, La Fama Montañesa, hoy convertida en bodega y cerrada al público, no tuvo nuevo episodios paranormales, aunque se cree que "el embrujo" quedó en el bosque.
Otros misterios
Cuentan quienes se animan a acercarse a la zona que en las noches el pequeño bosque toma un mezcla de encanto que infunde un sentimiento aterrador. El lugar se vuelve un paisaje desolado y esto también fue ratificado por los vecinos, en especial los mayores, quienes aún cuentan que por ahí se ven duendes, espectros y "hasta La Llorona hacía su aparición", explica Mauricio Nava, del medio mexicano chilango.com.
Según la citada publicación, el investigador Mario Camarena Ocampo, experto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), indicó que "otro aspecto refiere la manera en que los trastornos en la dinámica colectiva llevan, inclusive, a visualizar apariciones", alimentando así el mito que acompaña al bosque y la fábrica. Aunque, hasta la fecha, sus historias siguen pasando de generación en generación.
Del cine a los real
Para sumarle otro capítulo al misterio del bosque embrujado, en 1962 se filmó allí un largometraje titulado “Santo contra las mujeres vampiro”. Para la producción, varias escenas fueron tomadas en el Parque Fuentes Brotantes. Según se puede ver en el citado filme “Santo” aparece manejando su auto a
un costado de la Piedra del Diablo, el sitio donde ocurrió el exorcismo. Y, a pocos minutos del final,
el citado protagonista ingresa en plena noche al bosque para llegar hasta el castillo de las mujeres vampiro y rescatar a la hija del profesor.
Según revelaron años después de la grabación, aquella noche tanto los actores como parte del equipo de trabajo escucharon reiteradas veces raros ruidos, como lamentos y aullidos. Además, al parecer, la presencia de esas mujeres de ficción nunca abandonó el lugar, siendo vistas tiempo después por los visitantes, quienes las describían exactamente iguales a quienes interpretaron los personajes.