Con sus bosques, lagos, ciudades y gastronomía, la Patagonia argentina se estableció como uno de los destinos más visitados durante 2021, y continúa recibiendo una considerable cantidad de turistas en la temporada de verano 2022. Para evitar las multitudes y disfrutar de unas vacaciones de ensueño, Colonia Suiza es la parada perfecta para ocupar un día de tu escapada al sur.

A 25 kilómetros de Bariloche, al pie del cerro López, se encuentra este barrio sacado de un cuento de hadas. Colonia Suiza fue el primer asentamiento europeo de la región, creada a fines del siglo XIX cuando se radicaron en ella los hermanos Félix, Camilo y María Goye. Oriundos del cantón de Valais, en la suiza francesa, atravesaron la cordillera después de pasar por Chile y quedaron encantados con los bosques de la Patagonia.

Hoy por hoy, son los descendientes de aquellos pioneros quienes conservan las tradiciones familiares; desde las actividades agrícolas a la gastronomía y arquitectura. El cultivo de frutas para elaborar los dulces y conservas caseras famosos de la región, la construcción con madera autóctona y la cocina repleta de exquisiteces son algunas de las tradiciones que convirtieron a Colonia Suiza en patrimonio histórico.

Para llegar a esta pintoresca localidad se puede emprender la travesía en auto particular, desde el centro de Bariloche costeando la Playa Sin Viento del Lago Moreno, o se puede tomar la línea de colectivo 10, que tiene un recorrido hasta Colonia Suiza de aproximadamente una hora. Los mochileros favorecen la zona especialmente, ya que pueden acampar en sus alrededores si no prefieren las hosterías y alojamientos familiares para pernoctar.

¿Qué hacer en Colonia Suiza?

La localidad suiza ofrece una propuesta cultural pintoresca.

La atracción más visitada en el pintoresco barrio es la Feria Regional Colonia Suiza, abierta los miércoles y domingos. Ente sus varios puestos se realizan degustaciones de los productos locales más conocidos de la región, que se pueden comprar en varios sitios de la Colonia (se recomienda llevar efectivo, para recibir los mejores precios en la feria regional).

En la feria también se puede comer el curanto, un plato tradicional con un método de preparación asombroso. El plato es originariamente araucano, y consistente en la cocción de los alimentos por medio del calor de piedras bochas, colocadas en un pozo cavado en la tierra. Su preparación es toda una ceremonia, que se puede presenciar los domingos y comienza antes del mediodía.

La preparación del curanto es una ceremonia pública ofrecida a los turistas.

Esparcidas por la localidad también encontramos casitas de té, que ofrecen diariamente una gran variedad de productos caseros, frutas y verduras de granja, sabrosos strudel y tartas con frutas finas, frambuesas al natural y quesos de cabra, que son solamente algunas de las exquisiteces que otorgaron gran renombre a la región.

Otras de las atracciones que ofrece Colonia Suiza son sus testimonios de fundación a flor de piel: Elena Goye, descendiente de pioneros, atiende personalmente el museo del lugar, donde es posible observar antiguos elementos de labranza y herramientas para cultivar la tierra, utensilios de cocina, indumentaria y hasta patentes de automotores de principios de siglo.