Por Francisco Nutti
@franNutti

Salir a comer en Mar del Plata, uno de los destinos túristicos que será de los más visitados este verano, ronda entre los $700 y los $3.000 por cabeza, dependiendo del barrio y la calidad del restaurante. "Crónica" dialogó con propietarios de comercios gastronómicos, quienes indicaron que "crece la tendencia de compartir platos", mientras afirmaron que durante toda la temporada "habrá ofertas y descuentos para mantener la clientela".

De acuerdo con un relevamiento de este medio, la variedad de precios para el almuerzo y la cena depende de qué lugares se elijan y cuáles sean las comidas preferidas. Una de las opciones es llevar algo para almorzar en la playa y aprovechar para la cena los menús del día, que incluyen la bebida. Arrancan en los $1.200 por persona en la zona céntrica, pero pueden bajar a $700 en un restaurante de barrio; mientras que, si se prefiere una comida rápida, las hamburguesas se consiguen entre $550 y hasta $900.

Hay de todo

Una porción de rabas en Mar del Plata sale aproximadamente $900; una milanesa completa para compartir, $950, y una docena de churros rellenos, $550. A su vez, en una parrilla ubicada en una zona comercial, un ojo de bife ronda en los $1.000, una tira de asado banderita $1.500 y la porción de fritas $450. Un menú para niños (milanesa de pollo con papas o ensalada) cuesta $700. Un agua mineral y una botella de gaseosa sale $160 cada una, mientras que una pinta de cerveza tirada, $300, y una botella de vino, en promedio, $900.

Si bien esos son los valores actuales, en el verano no se actualizarían muy por encima de la inflación de ese período. Según estiman los especialistas, sólo "podría llegar a subir un 15%". Con esos parámetros, una familia de cuatro gastaría $3.300 para almorzar unas hamburguesas y unos $5.500 para cenar en una parrilla.

Uno de los platos que ofrece el restaurante Caldo de Mar del Plata

"Esperamos una excelente temporada de verano en toda la costa atlántica. Inclusive el mes de diciembre ya está con proyecciones muy buenas en cuanto a ocupación. Lo mismo estamos previendo respecto de la gastronomía", expresó en diálogo con "Crónica" el vicepresidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), Aldo Elías, quien destacó que "el fuerte movimiento que le imprimió el plan PreViaje al turismo interno tendrá el acompañamiento del turismo del exterior al haberse abierto las fronteras después de más de veinte meses en los que el país las mantuvo cerradas".

En el balneario

Para Javier, encargado de un local gastronómico ubicado a metros del balneario La Perla, "todos los veranos hacemos promociones, sobre todo porque entendemos que muchos de los que vienen se quieren dar el gustito de comer y tomar algo, sin que les arranquen la cabeza". Asimismo, valoró al plan PreViaje "porque ha fomentado el turismo en un momento tan difícil para nosotros", y afirmó que "muchas familias vienen y piden para compartir, producto de la situación económica".

Comprar una docena de churros en La Bristol puede costar más de $500.

En esa línea Hernán, dueño de Caldo, otro restaurante situado en La Feliz, aseguró: "Estamos todos con buenas expectativas y esperando que la temporada vuelva a ser como fue el verano anterior a la pandemia". En ese sentido, hizo foco en los valores que maneja en su local y señaló: "Si compartís entrada y postre, pedís un plato para cada uno y elegís un vino de los que ofrecemos en este restaurante, se puede comer bien por $1.500 o $2.000"

Por último, sostuvo que "a nivel consumo, hay de todo. A algunos les surge la curiosidad de probar distintas cosas y otros piden para compartir para ahorrar un mango".