Un rugbier del Hurling Club murió tras chocar cabezas con un rival: ¿Quién era Lucas Pierazzoli?
El joven de 28 años se encontraba internado en el Hospital Posadas con varias vértebras fracturadas y conectado a un respirador artificial. Su familia y el ambiente deportivo lo despidieron con sentidos mensajes en las redes sociales.
Lucas Pierazzoli, el rugbier del Hurling Club, que estaba internado en el hospital Posadas luego de haber chocado cabeza con cabeza con un rival en el duelo frente a SITAS, falleció el pasado domingo.
El foward de 28 años fue trasladado el pasado sábado al centro de salud luego del accidente. El último informe médico informaba que el jugador sufrió muerte cerebral, tenía varias vértebras fracturadas y se encontraba conectado a un respirador artificial.
El hecho había ocurrido cuando solo restaban cinco minutos para el final del partido y el golpe le causó un paro cardiorrespiratorio. El impacto le había causado la fractura cervical y un edema cerebral. Y horas más tarde falleció en la institución sanitaria.
Según se informó, el resto de los jugadores cayeron sobre él y quedó tendido en el piso. Estaba consciente, pero le faltaba el aire y tras ser reanimado por los equipos médicos de ambos equipos, lo pudieron trasladar en una ambulancia. Desde el club del Oeste bonaerense habían pedido oraciones por su salud.
Pierazzoli era un experimentado jugador, que se desempeñaba como segunda o tercera línea, en la Primera de Hurling Club , un equipo de la Primera B (tercera categoría de la URBA); al punto que era considerado uno de los referentes del club.
Lucas compartió equipo con Mateo, uno de sus cuatro hermanos, quien publicó en Instagram uno de los mensajes de despedida después de conocerse la triste noticia.
El papá del jugador, a quien todos conocen en el ambiente como Billy, publicó un sentido mensaje en su cuenta de Facebook: "Hoy se me fue uno de los cinco, Lucas, el fana de Racing, siempre con su buzo. Se fue en su salsa, jugando su deporte, rodeado de cientos de amigos. No hay palabras, no hay razones, solo las cosas pasan. Lo voy a extrañar mucho, pero también sé que tengo que estar para los otros cuatro. Lo recordaremos con alegría, sabiendo que de arriba nos va a cuidar. ¡Te amaré por siempre, Lucas!".
De acuerdo a su perfil de Linkedin, desde enero de 2019 trabajó en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ingresó en la Unidad de Proyectos Especiales Movilidad Saludable, y desde enero del año pasado se había incorporado a la Dirección General Infraestructura de Transporte, dentro de la Subsecretaría de Obras.
Pierazzoli declaraba además haber sido estudiante de la carrera de Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires, y también fue coordinador de actividades en los Juegos Olímpicos de la Juventud, realizados en 2018 en la Argentina.
Por su parte, la UAR se sumó a los mensajes de condolencias con un comunicado en sus redes sociales: “La Unión Argentina de Rugby despide con profundo dolor a Lucas Pierazzoli, jugador de primera división del club Hurling. Nuestra institución acompaña a los familiares, amigos y seres queridos en este triste momento”.
“Recordamos a Lucas del mismo modo que lo hicieron quienes tuvieron la fortuna de conocerlo: como un amante del rugby que disfrutaba del deporte cada día, reconocido dentro y fuera del campo de juego, tanto por sus compañeros como sus ocasionales adversarios deportivos”, continuó el texto.
Recordamos a Lucas del mismo modo que lo hicieron quienes tuvieron la fortuna de conocerlo: como un amante del rugby que disfrutaba del deporte cada día, reconocido dentro y fuera del campo de juego, tanto por sus compañeros como sus ocasionales adversarios deportivos.
— Unión Argentina de Rugby (@unionargentina) October 4, 2021
Este lamentable caso trajo a la memoria lo sucedido con Jerónimo Bello, jugador del SIC, quien en 2016, en un scrum, sufrió el desplazamiento de dos vértebras y quedó en sillas de ruedas antes de fallecer en 2019 a los 27 años.
Algo similar había ocurrido con el jugador de CUBA Juan Cruz Migliore, quien murió a los 20 años tras recibir un golpe en un partido ante San Fernando, en 2008.