Sobrevivientes y familiares y amigos de las 52 personas que fallecieron en la Tragedia de Once y de las cerca de 800 que resultaron heridas volvieron a pedir este miércoles justicia a 11 años del choque del tren en la estación cabecera del Ferrocarril Sarmiento.

"Justicia también es acción, es empatía desde y hacia otros casos similares. Justicia es memoria, justicia es que no se repita", expresó Paolo Menghini. Él es el padre de Lucas Menghini Rey (20), cuyo cuerpo fue encontrado casi 60 horas después del impacto, lo que lo convirtió en la última víctima fatal en ser hallada.


El acto comenzó a las 8:32 en el andén 1 de la estación Once de la línea de tren Sarmiento y contó con la presencia de familiares y amigos que sostenían carteles con mensaje "Ju5t1cia", remeras con los rostros de los seres queridos que perdieron. Como todos los años, a esa hora sonó una sirena.

El siniestro ocurrió el 22 de febrero de 2012, cuando el tren chapa 16 de la línea Sarmiento que circulaba desde el oeste del Conurbano bonaerense chocó contra los paragolpes de contención, provocando la masacre.

La Tragedia de Once se produjo el 22 de febrero de 2012 (Crónica/Jonatan Moreno).

La palabra de un sobreviviente de la Tragedia de Once

Leonardo Sarmiento, uno de los sobrevivientes de la Tragedia de Once, señaló que "siempre pasaba algo con lo trenes" y agregó que, "según las pericias el tren no debería haber salido". Durante una entrevista en Radio Rivadavia, recordó: "Siempre pasaba algo con los trenes o tenían poco frenos o te lo cancelaban porque directamente no andaban".

El hombre vivía en la provincia de Buenos Aires y todos los días realizaba el viaje en el Sarmiento para ir a la Capital Federal a hacer changas. "Una vez tenía que pasar algo y nos pasó a nosotros", declaró en la misma nota.

Al ser consultado sobre el momento del choque, Sarmiento respondió: "Estaba del otro lado sobre la puerta y lo último que recuerdo es una explosión y una nube de humo. No sé cómo llegué a la ventanilla. Cuando me desperté estuve consciente siempre hasta que me sacaron que fueron casi tres horas después".

"A mi lado había un chico muerto y enfrente uno con las piernas muy apretadas y el cuerpo afuera, nadie se podía mover. Cuando cortaban los fierros tenían que tener mucho cuidado", completó quien hasta el día de la fecha sigue con tratamientos médicos por las heridas sufridas el 22 de febrero de 2012.  

"Estuve dos meses y medio internado por aplastamiento de ciático, quebradura de tobillos y pelvis y rotura múltiple de ligamentos. Tuve entre cuatro y cinco cirugías. Vivo con dolores", cerró Sarmiento.