Por Juan Bernardo Domínguez
@juanbjd

La crisis económica se agudizó a comienzos de este año, tras la devaluación de diciembre último y el desplome de los salarios reales.


Generó una fuerte contracción de la demanda en todos los sectores y forzó cambios en los hábitos de los consumidores: desde el traslado a segundas y terceras marcas hasta el abandono de la compra de algunos artículos.


Luego de la suba del dólar oficial de fines del 2023, la inflación se disparó de manera brutal, ya que fue del 25,5% en diciembre y del 20,6% en enero. Los ingresos perdieron mucho poder de compra porque no acompañaron esos valores. Recién en los últimos dos meses, con cifras de suba de precios en torno al 4%, los salarios comenzaron a recuperarse. Pero de manera tibia, por lo que la pérdida acumulada es grande.


La actividad económica tuvo en junio pasado una caída del 3,9% en comparación con igual mes de 2023, según los últimos datos al respecto del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Además, registró un retroceso del 0,3% en relación a mayo pasado.


Los números relevados desde el sector privado, con mayor actualidad, muestran que el deterioro se profundizó. 


Según un sondeo de la consultora privada Scentia, las ventas en los supermercados y comercios de proximidad tuvieron en julio último la peor caída en lo que va del año, con una variación negativa del 16,1% respecto del mismo mes de 2023.


Además, según otro relevamiento hecho por esa empresa hasta el 18 de agosto, los primeros días del octavo mes del 2024 mostraron una retracción del 18,7% y la situación empeoró drásticamente en la segunda semana con un desplome récord del 27,6% interanual.

La dura realidad de los trabajadores de delivery por aplicaciones

Crónica.com.ar, por su parte, en diálogo con trabajadores de delivery por aplicaciones y referentes de esos repartidores, comprobó este jueves que los pedidos cayeron hasta un 40%, al tiempo que los trabajadores tuvieron que alargar sus respectivas jornadas laborales de 8 a 12 horas para llegar a fin de mes.


Preguntado sobre cuál fue el derrumbe de los pedidos de delivery, el secretario general del Sindicato Único de Conductores de Motos de la República Argentina (SUCMRA), Mariano Robles, en conversación con este medio respondió: “Entre un 30% y un 40%”.


Esta recesión complica muchísimo. Por ejemplo, al haber menos pedidos mediante las aplicaciones, los chicos tienen que trabajar muchas más horas”, explicó Robles al aludir a los repartidores.


El gremialista puntualizó que, de esa manera, procuran “generar más dinero”, en el marco de lo negativo que resulta que los aumentos de las apps en los pagos sean “mucho menores a la inflación.


Todo eso genera que, en vez de 8 horas, tengas que laburar 10 o 12; estar siempre conectado y sacar viajes que en general no son muy beneficiosos, que generan $1.500”, sostuvo.
 

A su turno, coincidió en contacto con crónica.com.ar Pablo, un trabajador de delivery por aplicación, de 30 años. Manifestó que “cayó mucho la demanda”. Y advirtió: “No es verdad que vos elegís tus horarios por la libertad, como dice (el presidente Javier) Milei. Sino que se trabaja 12 horas o no se llega a fin de mes. Hay mucha gente que le mete 12 horas. Tenemos que estar 12 horas en la calle para llegar a fin de mes”.


En la misma línea, Robles sostuvo que “hay que generar un volumen de laburo muy grande como para poder parar la olla”.


El sindicalista agregó: “Se generan 20 o 30 ‘lucas’ en el día, lo que después te lo gastas en el almacén en una sola compra”.

A algunos repartidores se les rompen las motos y no tienen plata para repararlas: hacen changas a pie


Otro problema que tienen los repartidores está relacionado con el mantenimiento de la herramienta de trabajo, como es una moto, si bien otros utilizan bicicletas.


Arreglar una moto hoy cuesta $200.000 o $300.000. Algunos trabajadores no lo pueden pagar y se ponen a laburar de otra cosa. Hacen changas a pie. Se ponen a vender pan casero por la calle, por ejemplo”, contó Robles.


Por su parte, Martín, de 42 años y trabajador de delivery por aplicación contó que, en noviembre último, ganaba $250.000 por mes con ocho horas diarias de labor.


Hoy se gana $280.000 al mes y trabajando más de ocho horas por día”, lamentó en diálogo con crónica.com.ar el hombre de 42 años, quien reside en la provincia de Córdoba.


Además, detalló que una moto de 110 cc. de cilindrada a fines del año último costaba $500.000. “Hoy el precio de esa unidad es de $1.300.000. Y la más económica”, contrastó.


En esa línea, dijo que una cubierta trasera para su moto valía $28.000 y, en la actualidad, cuesta $90.000.


Con relación a la caída de pedidos, contó que una docena de empanadas salía $4.000 y hoy cuesta $14.000. “Los aumentos hicieron retraer mucho la demanda”, resaltó Martín.

Cierres de locales gastronómicos

El repartidor, además, precisó que hubo muchos locales gastronómicos que tuvieron que cerrar por el derrumbe del consumo, además de incrementos en las tarifas de gas y luz, y otros “de 1.000% en alquileres”.


Nosotros notamos que ya no se pide delivery como antes. Ahora llevamos tres empanaditas o una pizzita”, finalizó.