En el partido bonaerense de San Vicente se ha vuelto una costumbre que las obras no culminen, o si en el mejor de los casos se terminan, no implican soluciones.

Los vecinos aseguran que esta tendencia es cada vez más frecuente y tiene lugar en diferentes puntos del distrito, ya sea en la zona rural, en el casco urbano o en los barrios aledaños.

No obstante, a pesar de los constantes reclamos vecinales dirigidos a las autoridades municipales, incluso al propio Intendente Nicolás Mantegazza, las respuestas y soluciones brillan por su ausencia.

En la localidad bonaerense de Alejandro Korn, partido de San Vicente, reside Alberto Ciurca, vecino que se dedica a la confección de redes de pesca, y a otras actividades comerciales, e incluso integró un foro de seguridad vecinal.

Por este carácter multifacético recorre constantemente las cuadras de su distrito, y advierte, en sus trayectos, que las tareas de mejora y reparación de los accesos se concluyen con marcadas imperfecciones.

En este sentido, Alberto señaló que “las calles asfaltadas no tienen desagüe o salida a las de tierra. En su gran mayoría, estas no tienen caños cruza calle, entonces el agua pega toda la vuelta a la manzana en las zanjas, y finalmente termina entrando a las casas”. 

En relación al testimonio del hombre, cabe señalar que se han desencadenado inundaciones en las últimas jornadas de lluvia, que tuvieron lugar en dicho punto bonaerense.

Al respecto, Christian, quien reside en el barrio Rivera, reconoció que “cada vez que llueve se nos pone el corazón en la boca. En los días de lluvia no puedo entrar con el auto, lo tengo que dejar a dos cuadras”.

En su zona, la situación es similar a la relatada por Alberto, porque “no se han realizado redes de zanjeo, hace diez años que venimos pidiendo que las hagan. Solo hay un aliviador cercano, pero al no tener curso, el agua no llega hacia allí, y se termina acumulando”, añadió el joven. 

En este sentido, el ingeniero hídrico Claudio Velazco, M.P. 49687, detalló que “en esa zona hubo una inundación en mayo pasado, porque las precipitaciones alcanzaron los 130 milímetros de agua, que ya de por sí resultan muy graves, dado que los desagües no soportan más de 60 milímetros, imagínense si no los hay”.

Al mismo tiempo, Velazco remarcó que “el desagüe de un barrio es una de las obras principales, que debe empezar desde las propias casas hacia los ramales, que desembocan en un cauce principal, que si un territorio, zona o localidad no lo tiene está en serios problemas”.

Al respecto, cabe señalar que en el distrito desarrollan su curso dos arroyos, que nacen en Presidente Perón y desembocan en el Río Samborombón. Sin embargo, los vecinos aseguraron que no se han realizado las tareas de dragado y limpieza, en los últimos tiempos, desencadenando el desborde de loa mismos en jornadas de precipitaciones.

Por si fuera poco, en el mencionado barrio Rivera carecen de todo tipo de servicios puesto que, según detalló Christian, “el tendido de luz es muy precario, y no tenemos recolección de basura. Por eso nos vemos obligados a caminar 2 kilómetros para que nos recojan la basura”.

Casas y caminos inundados.

A ello se le suma el pésimo estado de las calles, que impide el ingreso de las ambulancias en situaciones de emergencia. Por esta razón, periódicamente los habitantes del mencionado lugar han contratado a camiones para que arrojen tosca con arena, y así emparejar la superficie del camino. 

No obstante, en la zona rural de San Vicente también se hacen manifiestas las obras inconclusas, o la falta de las mismas. Una elocuente muestra de ello la constituye el Puente Martínez, en el camino de “El Portugués”, que comunica San Vicente con el campo Cuartel V. Aquel no solo quedó sin terminar, sino que por su condición de abandono, es cada vez más latente el riesgo de derrumbe.

Al respecto, Agustín Arechavala, quien se dedica a la actividad ganadera en las estancias cercanas al puente, reveló que “se han colocado tenuemente una cinta y un cartel que dicen: ‘Peligro’. Pero los productores los sacan y pasan igual, lo cual es un riesgo enorme. Además, lo que hizo el municipio fue un camino alterno, tapando el Arroyo conocido como el Samborombón chico. Al principio, pareció eficiente porque no llovía, pero ahora que sí, se tapa el acceso”.

En relación a ello, el Ingeniero Claudio Velazco explic. que “ese tipo de desvíos se hacen provisoriamente, en este caso si en el puente se está ejecutando la obra. Al mismo tiempo se debería entubar el arroyo. Pero nada de eso pasa”. Por lo tanto, el especialista consideró que “no es lógico lo que se hizo. Nunca se puede obstruir un arroyo, tiene que haber una alternativa de desagüe. Ese acceso de tierra es una aberración, dado que se tendría que haber conformado una hilera de caños que permita pasar una gran parte del arroyo. El reclamo es entendible”.

Un auto con el agua por la mitad de las ruedas.

Por estas razones, Agustín aseguró que “la gestión del Intendente, Nicolás Mantegazza, se caracteriza porque sus logros provienen de fondos del Gobierno Nacional. Por ejemplo, se hizo un edificio para una Universidad Nacional cuando no hay una ley que la autorice. Un gasto discrecional que se podría emplear para necesidades mucho más importantes. como un ordenamiento urbano en aquellos lugares donde se construyen viviendas y crecen los barrios, cerca de los arroyos”.

Pero curiosamente, cuando las obras se hacen, afirman los vecinos del municipio, los resultados no son los esperados y carecen de eficiencia, como sucede con “los asfaltos que se han hecho. Los cuales incumplen la Ordenanza Municipal, que impide largar las aguas servidas a la calle”, expresó Ciurca. Puesto que, según argumentó el vecino, “dejaron los huecos para que la gente conecte las tuberías, con el fin que suelten las aguas servidas hacia la calle, socavando y rompiendo un asfalto que dura menos que lo estipulado”. 

En estas condiciones, resulta un lugar común percibir diferentes manifestaciones de malestar y de reclamo de los residentes de cada una de las localidades y barrios que componen el partido de San Vicente, en relación a la necesidad de acciones estructurales de calidad, que hasta el momento no han tenido luga. ni tampoco han sido desencadenante de respuestas.

Más imágenes del desastre ambiental denunciado por vecinos y vecinas de San Vicente

El triste relato de los vecinos, atestiguado por las imágenes.
Obras terminadas, pero con falencias visibles.
Una postal que habla por sí sola.
El puente sin baranda, representa un peligro para quienes lo transitan.
Obras sin terminar dan cuenta del abandono.
El agua como protagonista.
Las tareas fueron iniciadas pero nunca se concretaron.