Quienes frecuentaban los canales de chismes entre 2015 y 2016 probablemente recuerden a Javier Bazterrica, aunque no lo reconozcan por su nombre. Después de todo, los televidentes argentinos lo conocieron con el nombre otorgado por los medios, y más adelante adoptado por el propio Bazterrica con propósitos comerciales: el Gigoló.

Bazterrica saltó a una fugaz fama en el año 2015, cuando Adriana, la hermana de Flavio Mendoza, lo denunció penalmente por haberla estafado por una suma de 5000 dólares que le habría pedido para invertir en la Bolsa. Luego de conocido ese caso, se supo que Bazterrica también tenía una denuncia de 2013 realizada por María Vergara, una joven rosarina que lo acusó de robarle 82 mil pesos. E inmediatamente después se sucedieron otros cinco episodios, todos por estafa.

A las acusaciones le siguieron una serie de apariciones en los medios, donde el Gigoló llamó la atención del público con su irreverente personalidad y ambigüedad moral. En el podio de sus mentiras públicas están que era polista y que pasaba varios meses al año en Dubai y Londres, que era agente de bolsa y que provenía de una familia acaudalada, dueña de una conocida clínica. "Siempre fue mitad personaje y mitad mi personalidad", respondió años después Bazterrica a la pregunta que lo rodeó desde su primera aparición en la tele: ¿el Gigoló es real?

Si bien la realidad de su personaje es cuestionable, no se puede decir lo mismo por las muy reales causas judiciales que enfrentó: al unificarse todas las denuncias de sus supuestas víctimas, se estimó que Bazterrica podría haber recibido alrededor de 15 años de prisión, pero su abogado, Gastón Marano, consiguió una pena de 3 años de prisión en suspenso en 2019.

El Gigoló terminó pasando unos poco meses en prisión por las denuncias de estafa.

"Yo cumplí con lo que me pidió, que fue dejarlo en libertad, una tarea casi imposible", afirmó Marano en diálogo con Clarín, pero lo cierto es que el Gigoló camina al borde del precipicio, dado que "cualquier mínimo ilícito iría preso, ya que se activarían todos sus antecedentes. Yo le advertí que está caminando por la cornisa y él lo sabe, se va a cuidar", afirmó Marano, quien dejó de representarlo.

Pasados sus 15 minutos de fama, el Gigoló volvió a aparecer esporádicamente en los medios como invitado a diferentes programas de chimentos, lanzó su carrera musical con una canción de reggaetón para la que además grabó un videoclip y continuó cultivando su fama en las redes sociales. Volviendo al presente, ¿Qué es de la vida de Javier Bazterrica, alias "el Gigoló"?

El presente del "Gigoló": padre de día, DJ de noche

El mediático usa sus redes sociales para promocionar sus shows y música. (Instagram: @elgigolooficial)

Actualmente, el Gigoló sigue trabajando "all the night" como DJ: "Se va corriendo un poco El Gigoló y se está instalando el DJ Gigoló, que garpa un poco más. Y la gente se sorprende, capaz dicen 'mirá como toca el boludo este que salía en televisión'. Suele pasar bastante. Hace poco toqué en La Plata para 20 mil personas y no saben el cariño de la gente, mal", contó a Infobae.

Bazterrica reconoce que le quedó el apodo y que su vida previa a las denuncias contribuyeron a su fama, pero continúa sosteniendo que nunca estafo a nadie: "Está bien, fui medio vago, laburé poco, viví de hijo. Mi viejo tenía fortunas, entonces la aproveché: Pero es mi problema ese. Pero acá te ponen un rótulo y quedás así, porque la Justicia es muy permeable respecto de la tele y tuve que ir hasta la Corte Suprema. Jamás me tuve que borrar, ni profugar, ni hacerme el boludo".

Sobre su vida personal, reveló que se encuentra en pareja y balanceando la vida de padre con la de DJ: "Siempre soy un hombre de la noche, pero hoy por hoy soy un hombre de familia. Los dos se complementan bien. Mi pareja viene a los lugares donde voy, dejamos a los chicos que tienen 10, 12 y 15 años con una niñera, y vamos juntos a los lugares. Y estamos laburando a full, con un espectáculo para adultos de un poder adquisitivo alto".

Por último, afirmó que su relación con la gente no podría estar mejor: "No tienen idea la cantidad de buena onda que me tiran en las redes sociales, y sobre todo las mujeres. Es una buena vibra increíble. Saben que soy Javier Bazterrica, que no soy El Gigoló, y que no fue un personaje armado", sostuvo, aunque no dejó de reconocer que viaja "con cinco custodios" permanentemente, en caso de cualquier eventualidad.