Qué es de la vida de Lorena, la primera eliminada en la historia de Gran Hermano que padeció una fuerte "fobia social" fuera de la casa
En 2001 llegó Gran Hermano al país y Lorena González fue la primera en ser eliminada del certamen. “No estaba preparada para lo que iba a venir”, aseguró. Cómo fue su dura vida fuera de la casa y cómo salió adelante.
Gran Hermano era un reality que rompía récords a nivel internacional, pero cuando llegó a Argentina, pocos sabían realmente de qué se trataba este juego televisivo de aislamiento. No obstante, más de 60 mil personas se anotaron para la primera temporada y Lorena González quedó entre los 12 seleccionados. Sin embargo, se iría a los 15 días, convirtiéndose en la primera eliminada en la historia de GH.
– “¡Son 200 mil dólares! Y sé qué voy a ganar” –“Pero si ni siquiera sabes de qué se trata”. Sin lugar a dudas, Lorena ni ningún otro de los participantes tenía claridad acerca de lo que implicaba encerrarse en una casa durante cuatro meses y ser filmados las 24 horas del día para un programa televisivo. Hoy, a más de dos décadas de su participación en Gran Hermano, ella sostuvo que fue “la mejor de las peores decisiones de mi vida”.
Esta contradicción la habita constantemente cuando rememora su paso por el reality show en una entrevista con TeleShow, dado que “no estaba preparada para lo que iba a venir” junto con tanta exposición pública. No obstante, evaluó que el problema también se radicó en él antes. Para Lorena, “no hay que estar tan bien psicológicamente” para decidir ingresar a la casa más famosa del país y que te acepten.
“Era una persona que a este formato le servía porque no le importaba lo que le pasaba. Por eso me eligieron: porque podía ser una bomba de tiempo para un formato que a lo mejor le generara mucho rating”, ratificó.
Lorena, la primera eliminada de Gran Hermano 2001
“¿Te animas a ser vos?” apuntaba la primera convocatoria televisiva de Gran Hermano Argentina. Lorena, oriunda de Río Gallegos y habitante de Buenos Aires desde su adolescencia, se vio interpelada por la propaganda y, enseguida, pensó en el rédito económico que le traería su participación.
Ella quería darle un cambio a su vida, dado que se encontraba recientemente separada de una relación de 10 años, sin trabajo y con un estado anímico depresivo que la sobrepasaba. “Miro para atrás y noto que esa etapa mía, en la que yo pensaba en tomar la peor decisión, en la que sentía que mi vida no tenía sentido, que no tenía mucho para darle a Franco (su hijo) fue la peor etapa de mi vida…”, lamentó durante la entrevista.
Pese a que “no estaba bien psicológicamente”, como recuerda, logró avanzar cada etapa del casting. “Lo primero que hice fue llamar a mi ex: le dije que por ahí tenía que alejarme tres o cuatro meses de mi hijo, o 20 días. Porque ganaba o me iba primera. ¡No le erré ahí! Salí primera...”, cuenta.
Antes del programa, Lorena estaba segura de que se iba a quedar con el premio final, aunque para su mala fortuna, fue la primera en abandonar la casa. Así fue como quedó marcada en la historia como la primera concursante en ser eliminada de GH el 24 de marzo de 2001. Al día de la fecha, todavía considera que “estafaron a la gente” porque había “una confusión tramposa” en el sistema de votación. “A mí me votaron para salir de la Casa, pero porque la gente interpretaba que me votaba para seguir”, explica.
Su vida después de Gran Hermano
Todo fue muy duro puertas afuera de la casa. “Vivía de gorrita y anteojos para que la gente no me conociera cuando salía. Y tenía rotos los nudilllos de las manos... Me paraba en algún lado, mirando una vidriera o cualquier cosa, y desde adentro sabían quién era. Entonces me volvía llorando a mi casa, pegándole a las paredes”, rememora.
La exposición que generó GH para ella y su familia fue un completo avasallamiento. Desde gente que la insultaba y le gritaba al salir a la calle, hasta personas que le arrancaban pelos para tener en un altar de su casa. “Es tan perversa la sociedad y eso era Gran Hermano”, sostiene, al pensar los meses posteriores a su partida.
Poco a poco fue recuperando su vida privada y dejando “la fobia social” que le provocó el reality. A pesar de que sostiene no reconocer a la persona que se aisló 15 días en la casa, marca un párrafo aparte en su inscripción: “No fue la mejor elección que tome, me aleje de mi hijo. Pero busco el lado positivo de esa mala decisión y tendría que agradecerle a Gran Hermano que no me haya matado…” sostuvo, en diálogo con TeleShow.
Actualmente, logró recomponerse y volvió a trabajar en la empresa constructora de su exesposo como directora y accionista. Disfruta de la vida con su hijo Franco (28) que es músico y compositor, y se negó a volver a la televisión e incluso rechazó una invitación de Gerardo Sofovich. A 20 años de haber finalizado el reality, Lorena no volvió a hablar de GH con las personas ni tampoco a mirar ninguna otra temporada. "Ahora vivo la etapa más plena de mi vida", celebró.