Con la flexibilización de las medidas sanitarias por la pandemia del coronavirus, la Ciudad de Buenos Aires retomó el ritmo casi habitual que tenía hace casi dos años. Sin embargo, uno de sus transportes públicos más utilizados arrastra una crisis que lo puede llevar a desaparecer: apenas existen 12 mil taxis circulando por la capital.

Esa sensación de los usuarios, sobre todo en los barrios y horas pico, tiene su sustento en las cifras de la Secretaría de Tránsito porteña, que advirtió sobre una caída en los trámites de renovación de las licencias. Así, en lo que va de 2021, los taxistas renovaron 26 mil, a comparación de las 38 mil de los años, un promedio histórico. Es decir, hay un 30% menos.

Por supuesto que los 26 mil que sí fueron a realizar el trámite no están en circulación. Es más, estimaban que un 20% no trabaja por diversos motivos, que puede ser desde la falta de chofer hasta arreglos mecánicos y decisiones personales.

En ese sentido, José Ibarra, el secretario general de la Federación de Conductores de Taxis, le dijo a Clarín que en estos momentos contabilizaban alrededor de 12 mil unidades circulando por las calles de la Ciudad.

La crisis económica es una de las causas por la falta de taxis (Fernando Pérez Re/Crónica/Archivo). 

Las causas de la crisis de los taxis son variadas. Por un lado, el servicio dejó de emplear a peones; y según datos compartidos por los gremios y los propios taxistas, un peón-conductor debería pagar una renta diaria de entre 4.000 y 5.000 pesos. Eso despierta otro reclamo: un chofer tendría que trabajar más de diez horas diarias para hacer una diferencia que le posibilite subsistir. 

A esto sumaban un problema generacional. Es que los jóvenes no usan casi el servicio y optan por las aplicaciones. Además, influye la tremenda crisis económica que atraviesa el país, que implica que los usuarios recortan los gastos y hoy, para muchos, tomar un taxi podría resultar un verdadero costo.

Ni hablar de la dificultad de comprar un vehículo nuevo y mantenerlo para poder utilizarlo a diario. Tal es así que el parque automotor se verá indefectiblemente afectado y en retroceso, con autos más viejos y con mucho uso.

Frente a esta situación cada vez más preocupante, los gremios de taxistas no descartaban "sacar" el servicio de la calle, convocar a una protesta y visibilizar la situación.