El Plazo fijo continúa siendo uno de los instrumentos preferidos por los argentinos para resguardar sus pesos de la inflación, ya que es muy sencillo constituirlo, además de que ofrece rendimientos "garantizados". De igual forma, una de las desventajas que ven muchos ahorristas es la liquidez, porque tienen períodos mínimos de 30 días para sacar el capital. 

En este marco, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) lanzó el denominado "plazo fijo electrónico" con el objetivo de impulsar este tipo de inversión y el ahorro en pesos. Este instrumento permitirá obtener liquidez de forma casi inmediata, con un funcionamiento similar a las billeteras virtuales.

El   <a href='https://www.cronica.com.ar/tags/Plazo fijo'>Plazo fijo</a> tradicional logró imponerse frente al aumento de precios en los últimos meses.
El Plazo fijo tradicional logró imponerse frente al aumento de precios en los últimos meses.

Como bien se indicó, este Plazo fijo "electrónico" es un depósito que busca contrarrestar la desventaja de la liquidez que tienen las inversiones clásicas. Con esta opción, cualquier plazo fijo se podrán fraccionar y utilizarse para cancelar obligaciones, al igual que negociarse en el mercado de valores.

En este sentido, el fraccionamiento generará una mayor adopción de los depósitos a plazo fijo por dos claves. Una es que los ahorristas harán mayores colocaciones a plazo fijo debido a que tendrán el capital a disposición en cualquier momento.

Por otra parte, la nueva opción haría menos atractivo tener fondos en una cuenta de ahorro o cuenta corriente, ya que el costo de oportunidad será bastante grande.

Cabe señalar que este Plazo fijo electrónico no será un nuevo tipo de depósito, sino que se trata de una herramienta que estará integrada en todos los plazos fijos existentes. Igualmente, comenzará a regir desde el 1 de julio del 2023.

El   <a href='https://www.cronica.com.ar/tags/Plazo fijo'>Plazo fijo</a> UVA perdió terreno contra su versión tradicional ante la mayor liquidez del primero.
El Plazo fijo UVA perdió terreno contra su versión tradicional ante la mayor liquidez del primero.

En tanto, debemos señalar la principal diferencia entre el Plazo fijo tradicional y el UVA. En el primer caso, la tasa de interés está previamente definida por el Banco Central y tiene un plazo mínimo de 30 días. Mientras que en el caso del UVA está atado a la evolución de la inflación más una TNA nominal anual del 1%.

El Plazo fijo tradicional ofrece una tasa nominal anual que en estos momentos es del 75%. Sin embargo, al reinvertir el capital con los intereses cada 30 días, se obtiene una tasa efectiva anual del 107,05, es decir, un 17,05% más alta que la inflación del 2022.

 

Para ejemplificar la inversión tradicional podemos señalar que el caso que se coloquen $100.000 a 30 días, el ahorrista puede obtener $106.250, de los cuales 100 "lucas" corresponden al capital original y los otros 6.250 pesos son los intereses ganados. 

Finalmente, considerando que la tasa del Plazo fijo tradicional superó a la inflación mensual durante los últimos meses y que el plazo fijo UVA solamente garantiza una ganancia del 1% anual por encima del aumento de precios, la versión tradicional se muestra como el vencedor.