El olor que suelen tomar los repasadores de la cocina es de los más desagradables, especialmente cuando se impregnan de humedad, grasa o “aroma” a frito, y ni hablar de los restos de comida. Este mal olor puede ser persistente, pero con un truco casero, fácil y económico, se puede eliminar rápidamente, sin usar lavandina ni detergente.

Estos trapos se usan a diario y tienen varias funciones, como limpiar superficies de la cocina, por ejemplo. Por eso, cuando adquieren mal olor, se vuelve tedioso siquiera tenerlos cerca. Para los amantes de la limpieza, antes de tirarlos, existe una técnica que los deja frescos, sin necesidad de recurrir a productos químicos caros.

Lo bueno de este truco es que vas a sacar el mal olor y las manchas de los repasadores sin mucho esfuerzo. Y, con el cuidado que corresponde, vas podés mantenerlos como nuevos, con su color original y sin que se rompan.

Según los especialistas, para esta sencilla técnica solo se necesitan dos productos que suelen estar en cualquier cocina: vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Esto es clave, dado que si bien la lavandina (que se usa mucho) es efectiva, rápidamente deja sin color a los trapos, mientras que los detergentes deben usarse en cantidad para que sirvan bien.

Los repasadores de la cocina son muy propensos a tomar malos olores (Imagen ilustrativa).
Los repasadores de la cocina son muy propensos a tomar malos olores (Imagen ilustrativa).

También vas a necesitar un poco de agua caliente y jabón para evitar que el olor del vinagre se quede en el repasador. Pero ojo, no es solo cuestión de hacerlo al azar, hay un paso a paso que tenés que seguir para que funcione.

Paso a paso para sacar el mal olor de los repasadores

Si los repasadores de tu cocina están con ese mal olor a grasa, humedad o frito, no te preocupes. Hay una forma fácil, rápida y económica de dejarlos como nuevos, con productos hartos conocidos. Mirá cómo hacerlo:

  1. Agarrá una parte de vinagre blanco y mezclalo con tres partes de agua caliente. Remojá los repasadores en esa mezcla y dejalos reposar durante una hora. El vinagre neutraliza los olores y elimina bacterias, así que ya no vas a tener que aguantar ese olor desagradable.
  2. Si el olor no se va del todo, espolvoreá un poco de bicarbonato de sodio sobre las manchas más difíciles. Después, sumergilos en agua tibia durante unos 30 minutos. El bicarbonato ayuda a eliminar los malos olores y refresca el trapo.
  3. Una vez hecho el paso anterior, lavá los repasadores con un jabón suave, ya sea a mano o en el lavarropas. Asegurate de enjuagarlos bien para sacar cualquier residuo de vinagre o bicarbonato, así evitás que quede otro olor raro.
  4. Dejá que los repasadores se sequen al aire libre, preferentemente al sol. Los rayos solares son perfectos para eliminar olores residuales y también ayudan a que queden frescos por más tiempo.
¿Cuál es el truco infalible para eliminar el mal olor de los repasadores? (Imagen ilustrativa).
¿Cuál es el truco infalible para eliminar el mal olor de los repasadores? (Imagen ilustrativa).

Tips para que los repasadores estén siempre sin mal olor

Para que los repasadores no agarren mal olor de nuevo, hay que seguir ciertos cuidados. Acá te acercamos algunos consejos:

  • Lavar con frecuencia: no dejes que se acumulen restos de comida y grasa. Es recomendable lavarlos al menos una vez a la semana, sobre todo si los usás todos los días. Esto evitará que los olores se queden pegados y se te complique sacarlos.
  • Secado al aire libre: después de lavarlos, asegurate de que se sequen bien. Lo ideal es colgarlos al sol, porque los rayos solares ayudan a eliminar bacterias y a que se mantengan frescos. Además, el sol evita que la humedad se quede en los trapos, lo que podría generar malos olores.
  • Evitar que se queden mojados: cuando termines de usar los repasadores, no los dejes mojados por mucho tiempo. Colgalos en un lugar ventilado para que se sequen rápido y evitar que la humedad se quede impregnada, lo que genera malos olores.
  • Elegí qué trapos usás para cada cosa: para no mezclar olores y suciedad, conviene tener claro qué repasadores usás para cada tarea. Armá una separación: uno para limpiar las superficies de la cocina, como la mesada o la mesa, otro para uso personal (como los de mano o de secado), y otro para los que van a estar más cerca de la cocina, donde caen restos de comida y grasa.
  • Hacer una limpieza profunda: cada tanto, podés hervir los repasadores con agua y vinagre para hacer una limpieza más profunda. Así eliminás cualquier residuo que haya quedado y los dejás como nuevos para más usos.