Juan Ignacio Bettolli, un fotógrafo cordobés de 37 años que se encontraba realizando un viaje en bicicleta por África y Asia, falleció luego de haber sido atropellado por un auto cerca de Abuya, la capital de Nigeria. El hecho ocurrió la semana pasada, pero recién tomó estado público en las últimas horas, luego de la confirmación oficial de Cancillería.

La travesía del joven que solía dar cuenta de su recorrido a través de sus redes sociales había comenzado en 2019. Al momento de su deceso, se encontraba en medio de un trayecto para unir Marruecos con Sudáfrica cuando un automóvil lo atropelló. Según detalló La Voz, el cuerpo está alojado en la morgue de un hospital universitario a la espera de que termine el proceso judicial y se le permita a la familia repatriar sus restos.

"Pedimos celeridad a Cancillería para tener a Juan Ignacio con nosotros", solicitó la madre del ciclista, Carmen Buteler, en diálogo con el mismo medio. Luego, durante una entrevista en la radio local Punto 11, agregó que lo que sucedió fue algo "terrible" y que el accidente se dio cuando "un auto trataba de sobrepasar a otro y no lo vio a él, que venía con su bicicleta". De acuerdo con su relato, el conductor no se dio a la fuga, llamó rápidamente a emergencias y llevó las pertenencias de Bettolli a la policía.

La familia de Juan Ignacio había perdido contacto con él el miércoles pasado. Ahora sus hermanos y dos amigos, algunos de los cuales tenían planeado viajar próximamente y recorrer algunas ciudades con el fotógrafo, viajarán a Nigeria para volver con sus restos y pertenencias.

Además, Buteler expresó que su hijo le había contado que en el país africano "no había buena educación vial", pero que "disfrutaba del viaje, ya que había encontrado su motivo de vida". 

En sus redes sociales, Bettolli había dado una serie de detalles sobre su Proyecto África 2023: "Un viaje en bicicleta recorriendo el continente de norte a sur, buscando alcanzar los rincones más remotos de cada nación". Tal como él mismo mostraba, solía alojarse en casas de personas desconocidas que lo hospedaban, resaltando "la importancia de vivir experiencias sencillas".

Previo al recorrido por África, había realizado una travesía similar por Asia que lo llevó desde Pekín, China, hasta Teherán, Irán. Además de compartir el mapa con la ruta que estaba siguiendo, todos los días subía fotos de sus hallazgos y de la gente con la que se cruzaba en el camino. 

"Era una persona increíble, de enorme corazón y dedicado a sus afectos. Estaba muy pendiente de nosotros y nos iba compartiendo las distintas etapas de su viaje", cerró Carmen.