El escritor, traductor y critico literario Marcelo Cohen (Buenos Aires, 1951), uno de los mayores innovadores de lo fantástico en cuentos y novelas, falleció este sábado a los 71 años.

Su obra -cimentada en cuentos, novelas y el ensayos que comenzó a publicar en 1972- incluye títulos como "El país de la dama eléctrica" (1984), "El oído absoluto" (1989), "El fin de lo mismo" (1992), "El testamento de O'Jaral" (1995), "Donde yo no estaba" (2006), "Los acuáticos" (2007), "Casa de Ottro" (2009), "Balada" (2011), "Música prosaica" (2014), "Algo más" (2015, Sigilo) y "Notas sobre la literatura y el sonido de las cosas" (2016).

Por su inventiva y experimentación es reconocido como el gran renovador del género fantástico en lengua castellana de las últimas décadas.

Como traductor al castellano, interpretó más de 100 títulos y abordó la obra de autores como Nathaniel Hawthorne, William Shakespeare, Alice Munro, Clarice Lispector, J.A. Baker, J.M. Coetzee, M. John Harrison Julia Armfield.

También dirigía la revista cultural "Otra parte" junto a su pareja por años, la escritora Graciela Speranza.

En julio, Cohen había recibido la Rosa de Cobre de la Biblioteca Nacional. La distinción, que refiere en su nombre al invento de Erdosain, el personaje de Roberto Arlt en "Los siete locos", reconoce la trayectoria. De esa forma, su nombre se sumó a una lista de notables que incluye a Juan Gelman, Mirta Rosenberg, Juana Bignozzi y Jorge Coscia, entre otros.

Aquel premio coincidió con la salida de su nuevo libro, "Llanto verde" (publicado por la Editorial Sigilo), el segundo de una trilogía de cuentos que comenzó con "La calle de los cines".

En esos relatos, Cohen retoma las islas de río donde emplazó sus ficciones en los últimos años, en una zona que bautizó "el Delta Panorámico". Creó aquel espacio literario en 2001 y en cada una de las obras fue trazando la geografía, fauna y flora, la historia, las costumbres y el sistema político de cada una de ellas. El principal común denominador de aquellos archipiélagos es el "deltingo", un idioma disparatado que Cohen hizo crecer página a página.