La jornada del 17 de agosto se conmemora un nuevo aniversario del fallecimiento del General José de San Martín, y no hay recuerdo que el tiempo no borre. El paso a la inmortalidad del considerado "Padre de la Patria", en el año 1850, significó la idea de haber transmitido el legado máximo de la libertad a cada uno de los habitantes de la Argentina, y de la misma forma para los países vecinos como Chile y Perú. Aún así, durante su exilio por Europa, y previo su muerte, escribió unas máximas para una persona especial.

Se trata de Merceditas, su hija, fruto de la relación con María de los Remedios de Escalada. En 1825, desde Bruselas, San Martín redactó una serie de consejos útiles para el crecimiento y desarrollo personal para su descendiente, que en ese año tenía siete años de edad. Sin embargo, los años continuaron su rumbo y dichos principios perduraron en la historia para aferrarse en cada habitante y transmitirse de generación en generación.

Las 12 máximas de San Martín a su hija, Merceditas

1• Humanizar el carácter y hacerlo sensible aún con los insectos que nos perjudican. Stern ha dicho a una mosca abriéndole la ventana para que saliese: «Anda, pobre animal, el mundo es demasiado grande para nosotros dos».

2• Inspirarle amor a la verdad y odio a la mentira.

3• Inspirarle una gran confianza y amistad, pero unida al respeto.

4• Estimular en Mercedes la caridad con los pobres.

5• Respeto sobre la propiedad ajena.

6• Acostumbrarla a guardar un secreto.

7• Inspirarle sentimientos de indulgencia hacia todas las religiones.

8• Dulzura con los criados, pobres y viejos.

9• Que hable poco y lo preciso.

10• Acostumbrarla a estar formal en la mesa.

11• Amor al aseo y desprecio al lujo.

12• Inspirarle amor por la Patria y por la Libertad.

El manuscrito de San Martín para su hija

El Paso a la Inmortalidad del General José de San Martín

Un 17 de agosto pero de 1850, José de San Martín falleció a los 72 años en la localidad de Boulogne-sur-Mer, al norte de Francia, y es por eso que en esta fecha se lo conmemora al prócer argentino.

30 años después de su muerte, los restos del "Padre de la Patria" retornaron a la Argentina en el ARA "Villarino", una embarcación de la época, para formar parte de la histórica Catedral metropolitana de Buenos Aires donde descansan allí, a pocos metros de la Casa Rosada