Ayer se realizó en distintos puntos del país, con la Ciudad de Buenos Aires como escenario principal, la séptima edición de la " Marcha por la Vida", bajo la consigna de lograr la derogación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en Argentina y en defensa de "las dos vidas y la familia".

En el caso de Capital Federal, miles de personas se movilizaron desde Plaza Italia, en el barrio porteño de Palermo y caminaron con sus pancartas y banderas argentinas por avenida Libertador hasta llegar a la plaza Rubén Darío, frente a la Facultad de Derecho de la UBA.

Justina sostiene al "niño por nacer" y resalta que vino "por las dos vidas desde Vicente López" (Crónica/Jonatan Moreno).

El acto contó con la presencia en el escenario de ex veteranos de Malvinas, que se pronunciaron a favor de la "defensa de la vida" y el discurso de Verónica Camargo, madre de la joven víctima de femicidio Chiara Páez, que motivó en 2015 a la primera marcha del movimiento Ni Una Menos.

Luego, tuvieron lugar los discursos del médico Leandro Rodríguez Lastra, quien dio cifras de las muertes por aborto en el país desde su legalización, de la militante "pro vida" Ayelén Alancay, de jóvenes representantes de organizaciones en defensa de las dos vidas y de la cantante Nair García.

Entre las presentaciones arriba del escenario se destacó la de la presidenta de la Fundación Leandro Olmos, Sonia Concina, quien destacó en diálogo con Crónica la importancia de "movilizarse y actuar, porque parece como si todas las mujeres fueran abortistas, cuando no es así y la gran mayoría de las mujeres no lo son".

La Fundación Leandro Olmos cuenta con dos hogares, que funcionan en la localidad bonaerense de Villa Adelina y albergan a "casi 30 niños, de 0 a 12 años", a quienes contienen mientras "están proceso de judicialización, hasta que se los da en adopción o vuelven con su familia de origen".

La música y los cánticos, una postal repetida en la marcha (Crónica/Jonatan Moreno).

Concina resaltó el valor de "dar en adopción" y que "si la mujer no quiso tener el embarazo o este fue producto de una violación, eso no quiere decir que ese bebé no tenga el mismo valor que cualquier otra vida. Si no lo quiere tener, lo puede dar para ser adoptado".

Sobre el escenario, la presidenta de la Fundación Olmos subrayó además que colaboran "con varios merenderos" y dan "capacitaciones a las madres sobre como transitar el embarazo".

Por su parte, el acto contó con la apertura y cierre del coordinador de la "Marcha por la Vida", Alejandro Geyer, quien en diálogo con Crónica apuntó que la consigna principal de la movilización fue "la derogación del aborto, que con la ley o sin la ley la vida se defiende y que legal o ilegal el aborto mata igual".

Sonia  Concina, presidenta de la Fundación Leandro Olmos, junto a Alejandro Geyer, coordinador de la movilización (Crónica/Jonatan Moreno).

"La gente tiene que entender que es un genocidio matar a un niño indefenso e inocente. Luchamos por la familia, por la libertad de enseñanza en los colegios sin ideología de género y para que no haya ley de eutanasia", enfantizó Geyer.

En diálogo con este diario, la consigna repetida de la gente, que se movilizó en buena cantidad desde distintos puntos de CABA y el Gran Buenos Aires, fue el de "frenar el genocidio que provocan los abortos" y retrotraer lo generado con la legalización del aborto.

En diálogo con este diario, la consigna repetida de la gente, que se movilizó en buena cantidad desde distintos puntos de CABA y el Gran Buenos Aires, fue el de "frenar el genocidio que provocan los abortos" a través de "la defensa a la vida y la familia".