Año tras año, son miles las personas que intentan hacer la gestión para obtener la doble ciudadanía argentino-italiana. En ese sentido, la cancillería italiana avisó este jueves que aceptará actas digitales presentadas por argentinos que se hayan emitido a partir de 2019 para acelerar la gestión del trámite.

Luego de una serie de conversaciones que mantuvieron el ministro del interior, Eduardo "Wado" de Pedro, y el embajador argentino en Italia, Roberto Carlés, este último aseguró que "de conformidad con lo acordado el pasado 11 de mayo, y de acuerdo con lo convenido por el ministro de Pedro, la Agenzia per l´ Italia Digitale (AGID) evaluó los aspectos técnico-jurídicos de la cuestión respecto de la conformidad de las actas digitales argentinas".

En ese marco y mediante una nota oficial que llegó a la embajada argentina en Italia, la cancillería del país europeo informó que la AGID dispuso que "tras revisar los procedimientos de implementación de la apostilla electrónica, resulta coherente facilitar su uso en territorio argentino con las disposiciones vigentes en la materia".

A través de su cuenta de Twitter, Carlés explicó que la circular enviada por el Ministerio del Interior italiano llegará a los consulados presentes en nuestro país "con las instrucciones para verificar la validez de las actas digitales y del apostillado electrónico".

Concretamente, con esa nueva circular, "las actas argentinas en formato PDF y firmadas de manera digital comenzarán a tenerse en cuenta como un documento original". En consecuencia, las que hayan sido emitidas a partir de abril de 2019 deben ser recibidas "con apostilla electrónica", mientras que los que tengan actas más antiguas "deberán requerir una nueva apostilla ante el consulado argentino que corresponda".

Además, el embajador Carlés confirmó que "para evitar más demoras" los argentinos y argentinos podrán presentar en los municipios la nota "en la que se anticipó a la Embajada argentina el contenido de la circular".

Ciudadanía italiana: ¿Cómo se puede tramitar?

Hay dos maneras de obtener la ciudadanía italiana. Se puede hacer por la vía administrativa mediante el consulado o por la vía judicial, poniendo en marcha un proceso, sin viajar, en Italia.

En Argentina, quienes quieran iniciar el trámite administrativo pueden dirigirse a las dependencias que el consulado posee en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Lomas de Zamora, Morón, La Plata, Bahía Blanca, Mar del Plata, Rosario, Mendoza y Córdoba.

"Las actas argentinas en formato PDF y firmadas de manera digital comenzarán a tenerse en cuenta como un documento original".

Luego se deberá presentar el árbol genealógico completo para identificar a los familiares italianos. Una vez realizado ese paso, habrá que consignar copias actualizadas de las partidas de nacimiento, matrimonio y/o divorcio y defunción (si existe) de toda la línea de familiares.

Si en esa línea familiar hubiera una mujer, será preciso determinar si tuvo un hijo/a. De ser así y el hijo nació antes de 1948, el trámite deberá hacerse por la vía judicial. Sin embargo, no es necesario que alguno de los integrantes de esa línea familia haya tramitado la ciudadanía para que uno la obtenga.

Asimismo, se solicitará una copia del DNI y un servicio a nombre del solicitante y la totalidad de la documentación recavada tendrá que ser traducida en italiano.

Son varios los argentinos que buscan hacer el tramite.

Luego de cumplir con los puntos anteriores, se podrá pedir un turno con el consulado a través de la página web del ministerio italiano de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional. El día estipulado, habrá que presentarse con todo lo exigido y esperar que el consulado notifique el reconocimiento o no de la ciudadanía.

Si hubiera otros familiares que quieran iniciar la gestión y les tocará la misma dependencia, pueden presentarse todos los documentos juntos de los solicitantes en una carpeta, sin la necesidad de volver a presentarlos.

Si el trámite resulta favorable, será posible gestionar el pasaporte italiano que posibilita a quienes lo poseen a vivir y trabajar en cualquier país miembro de la Unión Europea.