Pasar la noche en un hotel alojamiento es parte de la rutina de Nicolás y su novia cuando salen por la Ciudad de Buenos Aires. O al menos así lo era. El joven contó a cronica.com.ar que el "telo" que suelen frecuentar en el barrio porteño de Colegiales aumentó casi un 40% en los últimos cuatro meses, de $2.800 a $3.500 el pernocte, así que buscan opciones "más económicas" o dejaron la estadía en el hotel para "una ocasión especial".

Como a esta joven pareja también le pasa a la mayoría de los clientes, reconocen propietarios y encargados de albergues transitorios porteños a este medio. Coinciden en que no pudieron recuperar la clientela que tenían antes de la pandemia de coronavirus, y están obligados a aumentar las tarifas casi de manera semanal, así como a ofrecer promociones y servicios para atraer al público.

Así detalló a cronica.com.ar una encargada de un hotel alojamiento ubicado en el barrio de Devoto. La empleada, que se hace llamar Romina, confirmó que esta semana volvieron a aumentar sus montos. Es decir, "el cuarto incremento grande en los últimos meses", explicó.

"Tenemos la habitación más accesible en $3.400. Si bien hay otros hoteles más baratos, nosotros intentamos diferenciarnos por los servicios y promociones. Por ejemplo, ofrecemos el mejor desayuno de la zona; y tenemos promociones para jóvenes con un 25% de descuento sobre el alojamiento, y 20% para clientes habituales con una tarjeta", contó. Además, resaltó que renovaron el mobiliario y colocaron televisiones con pantallas planas y un sistema automático de luces.

En otro "telo", ubicado en Constitución, una trabajadora -que se identificó como Lorena- explicó a este medio que el turno más corto es de cuatro horas a $2.400 y que intentaban "mantener siempre las mismas tarifas hasta que sea posible", aunque no es así con las cartas.

"Los precios del menú aumentan todas las semanas. Es así porque los proveedores incrementan todos los insumos y debemos afrontar ese costo. También suben los servicios de lavandería, elementos de higiene, vasos, servilletas y las tarifas de luz y gas, que nos matan. Ni hablar de cubrir los robos de las habitaciones para no dejarlas paradas", señaló.

Entre los productos que más cuesta conseguir, detalló, está el vino espumante marca Chandon, el más pedido y más díficil de conseguir desde hace algunas semanas. "Tuvimos que ir a mayoristas a buscarlo porque lo piden y no tenemos", agregó.

Los "telos" ofrecen promociones para mantener la clientela (Jonatan Moreno/Crónica).

"Hicimos bastantes reajustes pero seguimos desfasados en cuanto a los precios. En la carta sí aumentamos porque lo hacen los proveedores. El valor del turno está bajo para que el cliente no se vaya", explicó Jorge, otro encargado de un albergue transitorio en Caballito. 

En cuanto a las estrategias de rentabilidad, indicó que trabajaban mucho a través de redes sociales y promociones para "fidelizar" a quienes eligen concurrir con frecuencia al establecimiento. Para ello, comenzaron a "remodelar algunos sectores y mejorar las condiciones de confort". "Tenemos un sistema propio con el cliente, a quien le damos un código para descuentos exclusivos y beneficios", sostuvo.

Un recambio generacional también llama la atención de los hoteleros. "Cambió el público, hay mucha gente mayor de 50 años que no volvió. El 70% de la clientela viene caminando. Y son las personas de menores ingresos las que más gastan, mientras que los que tienen más plata sólo pagan el turno y te preguntan por el desayuno sin cargo", explicó entre risas la encargada de otro establecimiento en Colegiales.

¿Cuánto cuesta ir a un "telo" en CABA?

Los precios de los hoteles alojamientos varían de acuerdo a los servicios que ofrecen y la zona geografía en la que están ubicados. En Almagro, los turnos de dos horas están en promedio entre los $1.800 y $2.000, mientras que las habitaciones mejor equipadas pueden superar los $3.000, entre los establecimientos mejor calificados por los clientes.

En otros barrios como Belgrano, Caballito Colegiales, los precios por los turnos arrancan en promedio $2.000 y escalan a $5.000, aunque incluyen otros servicios como hidromasaje, cochera e incluso decoradas con temáticas especiales. En servicios para tríos o cuartetos, por otro lado, los montos pueden alcanzar alrededor de los $10.000. 

Al pasar por Constitución, Flores, Floresta y Liniers, por otro lado, hay un registro de precios un poco más accesibles. Siempre de acuerdo a los turnos más reducidos hasta las habitaciones más completas, los hoteles alojamiento tienen sus tarifas entre $2.000 a $3.200.

En Recoleta, Palermo, Devoto y Núñez, las tarifas más bajas arrancan en $3.100 (en turnos por horas) y pueden alcanzar los $6.000 (para habitaciones temáticas o con hidromasaje).

Los "telos", golpeados por la pandemia y la crisis económica

Tras siete meses cerrados por las restricciones de la pandemia, los albergues transitorios porteños volvieron a habilitarse en octubre del 2020 sólo durante el día y poco a poco, flexibilizaron un poco más las medidas por el COVID-19. En la actualidad, concurrir a un "telo" volvió a lo que era antes del 2020. 

Sin embargo, "la pandemia dejó un rastro inevitable: algunos establecimientos no venían bien, y el párate de tantos meses los terminó de cerrar", contó José Manuel Capelo, presidente de la Federación Argentina de Alojamientos por Hora (FADAPH) a cronica.com.ar. Estimó que continúaban abiertos cerca de 100 hoteles alojamiento en la Ciudad de Buenos Aires frente a unos 140 que había en la época prepandemia.

Capelo reflexionó que "algunas zonas se recuperaron mejor que otras", pero "hay modalidades que no lo hicieron". Y uno de los motivos parece ser geográfico: "El centro porteño es el que más sufrió porque se perdieron puestos de trabajo. Muchas empresas optaron por una modalidad home office que quedó instalada y eso hace que haya menos circulación de personas". Romina, encargada del hotel alojamiento en Devoto, lo ilustró: "Dejaron de venir con la secretaría a la mañana y eso se siente".

Los hoteles alojamiento aumentan cada vez más rápido (Jonatan Moreno / Crónica).

En cuanto a los precios, el presidente de FADAPH señaló que la situación es "una lucha constante por mantener la rentabilidad, no perder los clientes y sobrevivir a la espera que la economía se revierta""Actualizamos cada más rápido los precios. No hay forma de sostenerlos porque estamos en una situación de desventaja respecto a la inflación", explicó.

Capelo sumó "la industria del juicio laboral y la carga impositiva" a la problemática del aumento de precios -que afectan desde alimentos hasta indumentaria, tecnología y materiales de la construcción-, "todos los rubros que pasan por el sector".

Los encargados y empleados de "telos" también se manifestaron sobre el personal. "Hubo despidos y otros no volvieron después de la cuarentena. Los salarios están cerca de 77 mil pesos, por lo que es complicado conseguir gente para trabajar. Buscan otras alternativas por el desfasaje salarial y las condiciones laborales", indicó a este medio Jorge, el hotelero de Caballito.

Los robos, otra preocupación de los dueños de hoteles alojamiento

"Me pasó algo que no lo vas a creer", dijo la empleada del albergue transitorio en Constitución. Hace una semana, una pareja entró y le robó la grifería del baño. Y hace diez días se llevaron las mangueras del matafuegos, las lámparas y el botón de la mochila del inodoro. El motivo es el precio del cobre que cotiza cada vez más en la compra de metales. 

Por M.B.