Los precios de los alimentos que forman parte de la canasta básica subieron 6% en agosto, según un relevamiento realizado en 20 barrios del conurbano bonaerense por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci).

Según el trabajo, una familia tipo necesitó en agosto $412.081,13 para cubrir sus necesidades básicas de alimentación. En julio el costo de esa canasta había sido de $388.795,47.

En los primeros ocho meses del año, la suba acumulada de esa canasta de alimentos llegó al 125,30%.

Entre los rubros con más aumento en agosto se destacan los productos de almacén, que tuvieron mayores incrementos (8,07%) que los otros rubros, seguido por las frutas y verduras (6,55%), y dejando relegada -como en los meses anteriores- a las carnes que subieron 2,04%.

Los precios fueron impulsados sobre todo por subas en harinas y lácteos. Entre los artículos que más subieron se anotaron la polenta, 36,3%; lentejas, 25%; arvejas, 25%, y el queso crema, 20,8%. También subieron fuerte los precios de la batata, 41,6%; papa, 26,3%; zapallo, 26,3%; banana, 11,1%, y cebolla, 6,2%.

En el rubro carnes, en tanto, hubo fuertes alzas en hígado, 7,9%; pollo, 6,6%; paleta, 3,2%; carnaza, 1,6%, y asado, 1,45%.

El relevamiento que realiza mensualmente el Isepci se focaliza en los negocios de cercanía del conurbano bonaerense. Son pequeños almacenes, despensas y autoservicios que por lo general quedan fuera de los descuentos y promociones que realizan las grandes cadenas de hipermercados.

Ese factor hace que en muchas ocasiones esos aumentos (la verdadera "sensación térmica" de la inflación) estén muy por encima de los que mide el Indec, que en sus trabajos de campo incluye una mayor cantidad de grandes superficies comerciales.

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"El relato del gobierno busca instalar una expectativa inflacionaria descendente que no termina de traducirse en una disminución constante. Mes a mes los resultados muestran que los precios de los alimentos no pueden mantenerse en una isla cerrada, en la que no impacten los incrementos incesantes de las tarifas y los saltos en el tipo de cambio, que influyen fuertemente en sus costos", detalló Isaac Rudnik, director del Isepci.

"En este marco, la herramienta principal que sigue utilizando la conducción económica para contener los precios es profundizar la depreciación del poder adquisitivo de la mayoría de la población, buscando deteriorar aún mas el poder adquisitivo de los trabajadores, los jubilados y las familias que perciben asignaciones sociales", agregó.