En un contexto marcado por la inflación, la quita de subsidios y el piso a los aumentos salariales que afecta el poder adquisitivo, el mes de mayo llegará con una serie de aumentos que complicarán aún más la economía de los argentinos. Las subas en los servicios públicos y el transporte, entre otras cosas, significarán un nuevo impacto en los presupuestos de las familias y los jubilados. Será en un escenario donde el gobierno celebra el superávit fiscal, "fruto del descomunal esfuerzo que están haciendo todos los argentinos", mientras el consumo sigue en caída.

Uno de los incrementos se dará en las tarifas de luz y gas, que se actualizarán sobre una fórmula de indexación mensual. En el caso del servicio eléctrico, donde resta definir qué sectores mantendrán los subsidios, las boletas presentarán los nuevos costos aprobados por la Secretaría de Energía. La fórmula para estimar los aumentos se conforma en un 55% por la variación de los salarios, un 25% por la inflación mayorista y un 20% en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC) que publica el Indec.

Por el lado de las boletas de gas, el cálculo del alza se conforma en un 49% por la variación de salarios, un 37% por la inflación mayorista y un 14% por el costo de la construcción.

Desde el próximo jueves, los boletos de los trenes que recorren el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) saldrán un 54% más caros. Así lo determinó una resolución publicada días atrás en el Boletín Oficial, por lo que el pasaje mínimo con tarjeta SUBE pasará de 130 a 200 pesos (0-12 km), la segunda sección trepará de 169 a 260 pesos (12-24 km) y la tercera se incrementará de 208 a 320.

Para quienes no tengan la tarjeta SUBE y paguen su pasaje en efectivo, el costo de los boletos será aún mayor: pagarán $640 tanto para viajes de primera, segunda y tercera sección.

Los incrementos del transporte no se terminan ahí: en la ciudad de Buenos Aires, la tarifa del subte pasará de $125 a $574 en mayo y a más de $750 en junio. De esta manera, el alza superará el 500% en dos sólo dos meses.

¿Y qué ocurrirá con los colectivos? Por ahora, el boleto se mantendrá en $270, aunque podría implementarse un aumento del 22%, lo que ayudaría a cubrir el incremento salarial demandado por el gremio de la Unión Tranviarios Automotor (UTA).

Más incrementos

Al igual que los pasajeros del transporte, los automovilistas sentirán las subas de mayo. Desde el miércoles, el gobierno tiene previsto aplicar el último tramo del aumento parcial del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que se trasladará directo al precio de la nafta y el gasoil en los surtidores.

Con la nueva actualización planeada por el Ejecutivo, el litro de nafta subiría casi un 8% en la ciudad de Buenos Aires y, en el caso de YPF, la súper pasaría de $837 a $899 y la premium, de $1.033 a $1.109.

Este incremento se sumará al registrado ayer en peajes de rutas nacionales y accesos a la Ciudad, con subas del 200% y tarifas mínimas de 900 pesos en hora pico.

En tanto, los precios tampoco les darán respiro a los inquilinos. Según la última actualización del Índice de Contrato de Locación (ICL), quienes deban ajustar el monto de sus alquileres en mayo lo harán con un aumento del 220%. Esto regirá para aquellas personas que deban cumplir con el ajuste anual que establece la ley anterior y la cifra es mayor al 196,7% de abril pasado.

Las expensas seguirán en la misma línea en el AMBA, debido a los aumentos en la electricidad y el gas. Según datos privados, se esperan subas de hasta el 220% interanual desde mayo.

En marzo pasado, según un relevamiento de Octopus Proptech, las expensas en el mes de marzo aumentaron un 7,88%, con un valor promedio de $79.511. El acumulado 2024 es de 19,34%. "A medida que las tarifas de los servicios se vayan actualizando, vamos a ver un fuerte impacto de suba de expensas", recalcó.

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