A más de 200 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, en el partido de Coronel Dorrego, existe un balneario con playas extensas con paisajes vírgenes que cada vez atraen a más personas que buscan tranquilidad y que Maradona eligió en varias ocasiones para pasar tiempo con su familia

Se trata de Balneario Marisol, también llamado Oriente, por la villa veraniega lindante que desapareció bajo las dunas. Pese a su constante crecimiento, aún se considera pequeño y no presenta mayores impactos negativos sobre su ecosistema.

Se considera como fundador a David Mathov, que en 1948 adquirió fracciones de campo en lo que hoy es el balneario y existen publicaciones que mencionan al 11 de diciembre de 1949 como fecha de inauguración de la primera temporada estival en el balneario.

Cuenta con apenas unos 280 habitantes estables y atrae a turistas tanto de las cercanías, como Monte Hermoso, o de aquellos que un día conocieron la zona y se enamoraron. Su principal atracción son sus extensas y anchas playas, con arenas blancas que al alejarse de la costa se combinan con la vegetación.

Además, ofrece amaneceres y atardeceres en una misma playa, donde cada día nace y muere el sol, que dan lugar a caminatas ideales para los que disfrutan de la vida natural.

"El balneario está teniendo un crecimiento exponencial, se están construyendo 40 casas por año. La gente que busca lugares tranquilos y playas extensas nos está descubriendo”, destacó Lucas Errazquin, director de Turismo y Producción del municipio, en diálogo con TodoProvincial.

Mar y Río

La costa del río Quequén Salado llega hasta la playa y constituye uno de los límites del pueblo. En su desembocadura unifica sus aguas dulces con las saladas creando un sitio propicio para la pesca.

Además, también permite paseos hacia el interior bonaerense por llanuras y barrancas de gran belleza y misterio. A pocos kilómetros, los turistas pueden visitar La cascada Mulpunleufú, la Cueva del Tigre y el Puente Viejo.

Otra visita posible: una expedición al desolado balneario Oriente, devorado por las dunas hace años. No obstante, todavía hoy se pueden ver las que fueron sus casas tapadas por la arena.

La cascada Mulpunleufú.

De Maradona a Manu Ginobili

Diego Maradona llevó a su familia y amigos a esas playas en busca de tranquilidad durante las vacaciones de 1992 y 1994 pasó un mes allí en cada ocasión), cuando Marisol era un destino desconocido para la mayoría de los argentinos.

"A Diego lo venían a buscar de Bahía Blanca y le ofrecían que se quedara en casas grandes, con pileta, pero él estaba contento ahí", relató en una reciente entrevista, Carlos Keller, el fotógrafo de Oriente y Marisol, quien siguió los pasos de Diego por esos días.

Gianinna Maradona lo recordó con una fotografía de su padre y su madre, Claudia Villafañe. Y también existe un video del astro durante su visita en el verano del 92, el cual fue compartido por el usuario de Twitter @Diego10Querido,

Su otra visita se produjo en febrero de 1994, días después los incidentes que ocurrieron en su quinta de Moreno: Maradona disparó con un aire comprimido a los periodistas que se subieron al tapial de su propiedad.

Diego llegó primera vez en el balneario fue en noviembre de 1991, cuando permaneció allí una semana por recomendación de uno de sus médicos, Omar Tringler -oriundo de la zona-, tras el doping positivo en el Napoli en abril de ese año, por el que fue suspendido 15 meses.

Años más tarde, otro figura del deporte nacional se convirtió en un visitante ilustre de Balneario Marisol: Manu Ginóbili, que suele veranear en Monte Hermoso, llegó a la pequeña villa veraniega. Incluso compartió una imagen del clásico "barco enterrado" en su cuenta de Instagram.

¿Cómo llegar a Balneario Marisol?

La localidad de Marisol se ubica en el sudeste de la Provincia de Buenos Aires, a 22 kilómetros de la ciudad de Oriente y a 570 de la Capital Federal.
Para llegar a Marisol se debe tomar la Ruta Nacional 3. En el kilómetro 531 tomar la Ruta Provincial 72 durante 12 kilómetros hasta llegar a Oriente. Desde esta localidad continuar durante 22 kilómetros en dirección a la costa por un camino entoscado y afirmado.