Por Juan Bernardo Domínguez
@juanbjd

La actividad industrial pyme experimentó un nuevo retroceso, al registrar una caída del 19% interanual en mayo último y acumular así una retracción de 19,1% en los primeros cinco meses de este año frente al mismo periodo de 2023, de acuerdo a un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa ( CAME).

El dato del quinto mes del 2024 representó el séptimo descenso consecutivo. Y se trata del tercer registro que muestra una profundización de la merma al superar al del mes previo, debido a que, luego del derrumbe del 30% interanual en enero, había atenuado el retroceso al 9,9% en febrero, pero en marzo se volvió a acelerar al 11,9% y, en abril, al 18,3%.

No obstante, en la comparación mensual se observó un nuevo repunte en la actividad, al reflejar un crecimiento del 5,3% frente a abril. De esta manera, el porcentaje de mayo se sumó al alza del 3,1% del mes previo y se convirtió en el segundo indicador positivo de manera consecutiva en lo que va de este año.

Gentileza de CAME.

El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP), de CAME, reflejó también que se evidenció un aumento en mayo de 0,2 puntos porcentuales en el uso de la capacidad instalada respecto al mes anterior, que igualmente se mantiene en valores bajos (70,3%).

Al analizar los datos, desde la entidad, consideraron en un informe que los resultados interanuales “dan cuenta de un debilitamiento de la demanda y un deterioro de la situación financiera”.

En "Papel e impresiones", la actividad se hundió 45,8% interanual en mayo último a precios constantes, siendo nuevamente el ramo con mayor retroceso. En términos mensuales, se registró una retracción de 1,5% y, para los primeros cinco meses del año, acumuló una caída de 25,9% frente a los mismos meses del año pasado. Las empresas operaron con 78,7% de su capacidad instalada.

En el rubro “Textiles e indumentaria”, en tanto, la producción se retrajo 4,3% interanual en mayo último, aunque registró un incremento de 3,5% frente a abril pasado. En los primeros cinco meses del 2024, acumuló un declive del 0,9%. Y las industrias operaron con 71,5% de su capacidad instalada, levemente por encima del cuarto mes de este año (71%).

Una tintorería industrial tuvo que despedir a 50 empleados: “Es la peor época de mi vida”, lamentó su dueño

Rodolfo Liberman tiene 75 años, es ingeniero mecánico, graduado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y, desde hace casi cuatro décadas, posee una tintorería industrial que está ubicada en el partido bonaerense de San Martín.

Más específicamente, la compañía de Liberman está situada en un distrito tecnológico, a pocas cuadras de una sede del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN).

Estamos trabajando a un 50%. No quiere decir que cayó un 50% la actividad porque no estábamos a un 100% en agosto pasado, cuando empezó a caer. Pero yo tenía 155 empleados y en los últimos meses me quedaron 105, porque tuve que despedir trabajadores por la crisis”, contó Liberman este lunes a crónica.com.ar al analizar la grave situación de su tintorería industrial.

En el mismo distrito tecnológico, el empresario tenía dos plantas. “Una la tuve que cerrar”, lamentó el industrial pyme.

Liberman, consultado sobre con qué otras épocas de crisis del país equipara a la actual, respondió: “Tal vez con la década del menemismo. Pero ésta es la peor de mi vida, porque la del ‘90 era una pendiente suave y ésta es una abrupta. La industria nacional depende del poder adquisitivo de la gente”.

El industrial, quien es presidente del comité ejecutivo del centro textil del INTI y vicepresidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), al momento de profundizar en las causas de la grave situación económica del sector, primero, destacó el “alto nivel de eficiencia de la industria nacional”.

A nivel de unidades físicas, gastamos menos que en China, por lo que somos más eficientes; pero parte de la carga impositiva que tenemos en Argentina no es lógica”, puntualizó en tren de señalar las dificultades que afronta un empresario local.

El industrial completó: “Tampoco lo son las tarifas. Según datos del Banco Mundial, China subsidia casi 1.700 dólares per cápita a la energía. Nosotros, en el 2015, estábamos en el puesto 68, con 400 dólares. Y, ahora, menos interviene el Estado porque quitaron subsidios”.

“La importación nos está asfixiando”, protestó el dueño de una fábrica de suéteres que tuvo que echar empleados por la crisis

Por su parte, Camilo Alan tiene 80 años de edad y seis décadas de empresario textil. Posee una fábrica de suéteres y capelladas, además de ser dueño de un comercio de indumentaria situado en el barrio porteño de Villa Crespo.

El industrial pyme contó a crónica.com.ar que, al inicio de la pandemia de Covid-19, compró 14 máquinas de tejer. “Trabajamos y las pagamos. El tema es que, ahora, con este nuevo Gobierno (nacional), cayó mucho la venta de indumentaria. Y, primero, tuve que suspender un turno de operarios. Trabajábamos las 24 horas del día antes. Ahora, ya estamos sólo con un turno, el de la mañana”, lamentó.

Alan contrastó: “Antes, teníamos trabajo programado para 30 días, 40 o 50 incluso. Ahora, va apareciendo algo nada más, muy cada tanto, por lo que tuve que echar trabajadores”. El empresario dijo contar con maquinaria de última generación, tan moderna como la que se utiliza en China para el mismo fin.

Podemos hacer cualquier cosa pero, lamentablemente, la importación nos está asfixiando. Mi fábrica es de capelladas y suéteres. A las capilladas ahora las traen de Brasil”, protestó.

Alan aseguró que, en el país vecino, los industriales “tienen menos impuestos” y una inflación inferior.

Acá se desaceleró pero el precio de algunos productos continúa subiendo porque nuestra economía está atada al dólar. Hubo un 120% de devaluación del peso y, ahora, el dólar sigue en alza”, puntualizó.

El industrial pyme, en esa línea, se quejó de que “siguen aumentando la luz, el gas y los alquileres”, y agregó: “Lo único que no sube es el sueldo de la gente, a la que no le alcanza para consumir y, por eso, cada vez lo hace en menor medida”.

Alan advirtió que, “de seguir así la cosa”, deberá “tapar de vuelta las máquinas” como en épocas de (José Alfredo) Martínez de Hoz, (Carlos) Menem y (Mauricio) Macri”.

Durante la presidencia de Macri, cerramos 25.000 pymes, porque mucha gente fue al quebranto. Pero somos hábiles para levantarnos y lo hicimos durante el Gobierno de Alberto (Fernández) y Cristina (Fernández de Kirchner), con créditos de los proveedores”, recordó.

El empresario rememoró que, en ese período, la sustitución de la importación permitió la reactivación del sector. “La época de Macri es similar a ésta, la de (el presidente Javier) Milei y veo que, cada vez, se agrava más la situación”, sostuvo.

Alan argumentó que “la venta bajó el 60% y los gastos aumentaron el 80%”, para luego insistir con que, si se profundiza la crisis, las pymes tenderán a “desaparecer.