Uno de los cocineros más rectos que tuvo el jurado de Masterchef fue sin lugar a dudas es Christophe Krywonis. El chef francés, de 57 años, contó en el programa PH (Podemos Hablar), uno de los episodios más duros que le tocó atravesar en su vida, cuando solo era un adolescente.

El polémico conductor del ciclo, Andy Kusnetzoff, lanzó una tajante pregunta en la segunda ronda de consignas del programa. Cuando propuso que avanzaran "hasta el punto de encuentro los que se fueron de su casa muy chicos", toda la alegría y distensión que se había creado en el set hasta el momento, se transformó en un dramático silencio.

Christophe avanzó a paso firme y acaparó la atención de todos en el semicírculo de invitados al programa. En su relato, contó que se había mandado "una macana" y que la había pasado "muy mal". Según detalló, su papá nunca se había hecho verdaderamente cargo de él y de ahí su ira y su enojo que lo llevaron a tomar malas decisiones en la juventud.

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"Me fui a los 14 años de mi casa. Era hijo de divorciados, en un momento explote, me mande una macana y termine en un centro de delincuentes. Estuve tres semanas ahí internado hasta que llego mi madrina de viaje y es la que me llevo a su casa y me saco de este infierno", contó muy congojado el chef que, además de cocinar, también participó de producciones de Disney como "Ratatouille" y "Blancanieves y el Cazador", en las cuales se encargó del doblaje de personajes. 

La "macana" que se mandó Christophe Krywonis, el cocinero francés

Con su clásico estilo incisivo, Andy no dudó en apretarlo para que confiese qué aquella macana que se había mandado. Con su seriedad característica, el cocinero que también fue jurado en Bake Off admitió: "Prendí fuego mi casa". En ese instante, todos sus compañeros se quedaron atónitos e, incluso, le repreguntaron si lo había hecho a propósito o si había sido un accidente.

Nuevamente, reafirmó lo que había dicho y se sinceró: "Fue muy duro, no la pase bien. Estaba muy solo. Todavía sigo dolido. Yo quería irme con el fuego". Luego de su confesión, dio detalles de la parte "tragicómica" de su historia y, entre una risa tensa, dijo que su mamá "pensó que estaba quemándose la aspiradora", pero en realidad, al poco tiempo se dio cuenta de que se trataba de la habitación donde él estaba encerrado.

Por suerte, su mamá logró romper la puerta, gracias a la ayuda de unos vecinos, y lograron apagar el incendio. "Después vino mi abuelo y me cagó a trompadas, literal. Tenía razón, por supuesto", admitió. En esa parte del relato, Kusnetzoff lo frenó y le advirtió que estaba mal lo que había hecho su abuelo al usar la violencia física. A pesar de eso, le dijo que no lo iba a juzgar. "Yo se lo perdoné, somos gente de pueblo, de clase media tradicional", argumentó el chef francés, quien luego aclaró que "no fue ningún tipo de violencia infantil, ni maltrato", sino que su abuelo "estaba excedido con lo que había pasado".

El momento que Christophe salió de la correccional

Pasado el triste y tenso episodio en su casa, el cocinero fue llevado a una correccional por tres semanas, cuando finalmente logró sacarlo de ahí su madrina, una "católica ferviente", que se había ido a varios países a hacer campañas solidarias. "Cuando ella se enteró de eso, vino y me dijo 'te venís a casa, ya'"

"Luego, la cocina fue mi todo, mi padre, donde aprendí a ser recto, a ser compañero, a ser educado, a tener reglas de vida, conciencia profesional y la vida maravillosa de la cocina, que a mí, me encanta", cerró invitado de PH.