En el marco de la crisis económica y una inflación que afecta día a día el bolsillo de los consumidores, en las últimas horas se confirmó un incremento del 7,9 % en el precio de la bolsa de harina que impactará en el valor de todos los panificados. Gastón Mora, representante de Panificadoras del Sur, habló con cronica.com.ar y reveló la dura situación que atraviesa el sector.

La suba de casi un 8% en el precio de la bolsa de harina ya se hace sentir en las panaderías del conurbano, donde los panaderos denuncian remarcaciones de precios y faltante de mercadería por "los especuladores".

"Entendemos que el salario de bolsillo no acompaña a la inflación. Con la devaluación del 22% entramos en un caos. A nosotros nos bajan las ventas", explicó Moura.

Respecto a los nuevos valores que consiguen los comerciantes en zona sur, el representan señaló que la bolsa de harina no subsidiada tuvo hasta un 40% de aumento, lo que consideró "un abuso por parte de las empresas, es lo que venimos denunciando hace tiempo, la especulación de los precios".

"Hay cosas que llegan con remarcaciones de un 25, un 30 o hasta un 40% en las materias primas", detalló el comerciante.

Al respecto aclaró: "La bolsa de harina subsidiada sale 3.000 pesos y la del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino que estaba 3.800 pesos, ahora la están pagando 5.000 pesos".

"En un país que siembra y exporta trigo al mundo no puede estar pasando la crisis que estamos pasando. Lo venimos diciendo hace tiempo. Los argentinos terminan pagando el precio europeo", señaló el panadero.

"Vendemos un 40% menos que en años anteriores", contó el panadero.

Moura también se refirió a los cambios que atravesó el sector panadero desde el 2015 hasta la actualidad. "Es una locura, hasta el 2015 las harineras estaban abarrotadas, te fiaban a 60 días, los molinos te mandaban, hoy lamentablemente se perdió todo eso. Los pedidos llegan incompletos porque están especulando hasta último momento con el precio", dijo en mención a los proveedores.

Nuevos hábitos de consumo

Los aumentos se trasladaron al bolsillo de los argentinos que ven cómo el pan se fue transformando en un bien de lujo, lo que impacta en una baja considerable de las ventas en todas las panaderías del país.

"Cambió el hábito de consumo, la gente compra menos. Te piden 300 pesos de pan, con eso te llevás un cuarto, son 3 flautitas", advirtió Moura.

Ante este escenario, los panaderos se las rebuscan para trasladar las subas lo menos posible al producto final y hasta le dan "fiado" a los clientes que a fin de mes no llegar a pagar el pan. "Vendemos un 40% menos de lo que estabamos vendiendo en años anteriores. Masas finas ya no hacemos, los sandwiches de miga los hacemos a pedido, pero cómo no le vamos a fiar a los clientes que vienen todos los días", confesó el comerciante.