La picada es una de las tradiciones gastronómicas más populares en el país. Esta mezcla de quesos y fiambres forma parte de uno de los rituales favoritos de los argentinos: las reuniones con amigos y familiares donde la comida es protagonista. La escalada inflacionaria incrementó los precios de los ingredientes y, en consecuencia, se modificó el menú, ahora los consumidores buscan más ofertas combinadas y picadas preparadas para darse un gusto sin descuidar el bolsillo.

Así lo demostró un relevamiento de cronica.com.ar realizado en las principales cadenas de supermercados, mayoristas y comercios barriales.

En agosto el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó un 7% respecto a julio, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). La categoría de los lácteos, y en particular los quesos, es una de las que registró mayores aumentos en los últimos meses.

Las compras de los argentinos en los supermercados y almacenes fueron adaptándose al contexto económico siempre cambiante. Algunas personas comenzaron a resignar la selección de primeras marcas, mientras que otras modificaron patrones de consumo con el objetivo de ahorrar. Pese a todo, los hogares hacen malabares para no perder uno de sus rituales culinarios preferidos: la clásica “picadita”.

De acuerdo a un informe de Focus Market vía Scanntech, los quesos subieron un 1,9% en agosto y se encuentran entre los alimentos con mayor alza de precios de forma interanual, con un 45% de incremento. No obstante, nuestro país lidera el ranking de consumo en Sudamérica, con unos 13 kilos de queso por habitante al año.

Una de las explicaciones para este contraste puede hallarse en el fanatismo de los argentinos por las picadas. Los quesos, junto a los fiambres y embutidos, son protagonistas de esta tradición y todos ellos, así como el pan, las aceitunas y los snacks, sufrieron incrementos en los últimos meses, lo que obligó a modificar los hábitos de consumo.

Tabla para 4

Un grupo de cuatro comensales debe destinar entre $2.600 y $4.000 como mínimo para disfrutar de una picada, dependiendo de las variedades elegidas y sin considerar las bebidas u ingredientes adicionales como el pan y los snacks.

Esta comida no obedece a una receta estricta, puede estar conformada por diferentes alimentos, de acuerdo a los gustos de los comensales. Un relevamiento por mayoristas, cadenas de supermercados y comercios barriales demostró que las preparaciones listas, con cortes clásicos preseleccionados, pueden resultar más económicas que la compra por separado.

Las mejores ofertas por separado de quesos y fiambres aparecen en los mayoristas (con venta minorista), en tanto, las promociones combinadas (por ejemplo: 100 grs. de queso y 100 grs. de jamón cocido) se consiguen a un valor más bajo en los almacenes de barrio.

De este modo, se puede acceder a quesos cremosos a $750 el kilo, semiduros como el Mar del Plata a $1.400 el kilo y el gouda a $1.450. En los mayoristas también se ofrecen opciones de fiambres y embutidos para llevar en poca cantidad: leberwurst a $219 los 200 grs., jamón cocido de primera marca a $399 los 200 grs., mortadela a $420 los 200 grs. y salamín fuet a $630 la unidad.

Los almacenes barriales son la opción más económica para llevar ofertas combinadas. En Almagro, el clásico combo de 100 grs. de jamón cocido y 100 grs. de queso se consigue a $289. “Es la oferta que más se vende, por lo tanto, tenemos diferentes precios según la marca. La más económica está debajo de los $300, una intermedia no supera los $400 y una de mayor calidad está $450”, cuenta Juan Pablo, fiambrero histórico del barrio porteño.

Aunque todos los meses los proveedores nos aumentan la mercadería, siempre nos la rebuscamos para tener ofertas para todos los bolsillos, dice el comerciante y agrega: "Los viernes y sábados todos vienen por la picada, no importa si es fin de mes".

Listas para llevar

El contexto inflacionario reposicionó una de las alternativas para comer picada que hasta hace no mucho tiempo, requería un desembolso superior a la compra de ingredientes por separado. Las opciones de tablas listas para llevar ganó terreno y hoy son las más económicas para un grupo de 4 comensales.

En una de las cadenas de supermercados más conocidas del país la tabla de quesos y fiambres clásica de 1 kilo se consigue a $2.800. Además, ofrecen picadas “especiales” y “gourmet” por $3.200 y $4.500, respectivamente.

En un mayorista de quesos muy popular de CABA y Gran Buenos Aires, las mismas bandejas preparadas parten desde $2.000 los 400 grs. hasta $6.500 la tabla de 1 kilo de los mejores ingredientes.

En ambos casos se ofrece un beneficio adicional: la posibilidad de abonar con descuentos bancarios, tarjetas exclusivas del comercio y promociones para jubilados que varían según el día de la semana. En supermercados y mayoristas estos descuentos van desde un 5% hasta un 30% del total de la compra, disminuyendo aún más el valor de las picadas preparadas.